Hola Ryan

Carta 3

Smoke, Daughter.

Querida Edurne,

Ya sé que no te he vuelto a escribir desde hace casi dos meses. He estado liada con los exámenes y... necesitaba tiempo para pensar y establecer en mi cabeza una idea un poco más clara de lo que te voy a hablar (intentando no sonar como un cocodrilo llorón).

La verdad es que me siento más sola que nunca, pero los estudios me mantienen ocupada la mayor parte del tiempo. ¿Lo malo? Que cuando acabo esta tarea me veo inmersa en un profundo océano de agua negra con olas que (cuando se rompen, chocando contra mí) se vuelven de un asfixiante humo gris. Y no puedo escapar. No puedo decirme a mí misma que todo va bien y que no estoy sola.

He hablado con Abril. Dice que ya nada es lo mismo desde que nos fuimos. De todas formas, era algo evidente, puesto que, las pocas veces que he quedado con ellas se puede respirar un ambiente un tanto incómodo.

No sé que hacer, no sé porque estoy aquí y... no sé si alguien se acuerda de mí.

Las cosas en el Adolfo Bécquer van... medianamente bien, supongo.

Yo paso a ser actriz durante toda la mañana; soy muy tímida, pero actúo (o al menos lo intento) como una persona extrovertida.

Evangeline es maja, pero es de esa clase de chicas que siempre se meten en problemas y pasan de las cosas de clase, como sabes, yo no soy así y Sonia tampoco. Evangeline no tardó en darse cuenta de que no éramos su "tipo" y ahora pasa los recreos con otras personas: no la culpo.

Por otro lado, Lucía y Violeta (otra chica de mi clase) son muy agradables conmigo. El problema es que ya tienen un "grupo" montado con gente que conocen desde preescolar. No puedo meterme como si nada, sería injusto.

Así que... sí; Sonia y yo estamos juntas y solas (paradójicamente) durante la media hora del almuerzo.

Parece ser que ella también es muy buena actriz.

Volveré a escribir dentro de poco, he descubierto que hacerlo es como sacar afuera toda aquella agua sucia que me estaba envenenando, como volver a tomar una bocanada de aire limpio.

Que te vaya bien,

Amanda.