Last Hope, Paramore.
Querida Edurne,
Pendía de un hilo de arcoíris, como una flor multicolor balanceándose cuando el viento sopla. Seguía preguntándome qué pasaría si éste me partirse, si alguien me cortase. Ahora estoy muy alta y no quiero mirar abajo.
Pero... ¿y si pasara?
Me acomodé bien la mochila y seguí andando hasta reunirme con ella. Últimamente paso los recreos con Paula, salimos afuera y nos sentamos en el césped de un parque cercano. Hablamos de todo y de nada: de la vida. Empiezo a mostrarme tan extrovertida que hasta a mí me sorprende; ¿Edurne, uno puede actuar sin que lo sepa? Esa es mi pregunta.
Las semanas se disfrazan de largos meses y eso no hay quién lo entienda. Y yo hablo y hablo, en serio, a veces hasta me resulto pesada a mí misma, pero ella sonríe, sonríe con una mueca amable y yo... yo estoy muy agradecida.
¿Pero y si de repente la vida se moviese a un ritmo normal y tras tanta velocidad, al pisar el freno, me estampase contra el cristal?
Ryan suele responderme que no pasa nada, que no hay nada que temer. Yo le digo que con él ya nada me asusta tanto, pero no le gusta que lo haga, dice que soy yo, que soy la pequeña mariposa de la inmortalidad. Dice que he sobrevivido al agua, al fuego y al hielo. La primera vez que me lo dijo le contesté que podía tirarme al viento y que la tierra me engulliría, pero rió y me contestó: "Mariposa inmortal, tu elemento es el viento y nada te llevará a la tumba".
"¿Por qué inmortal?" pregunté y él susurró: "Porque tienes las alas del día y de la noche y a cada revoloteo un destello de esperanza brillará en ti mi lacasito, mi mariposa, mi árbol... Mi hogar".
"Tú también eres el mío, cuervo de poema" musité, conmovida por sus palabras.
Es verdad, la sal en mis heridas duele, pero ya no me asusta herirme ni que otros me hieran. Soy una mariposa inmortal y eso, simplemente eso, es la esperanza que me mantiene viva.
No debo preocuparme, tengo que dejarme llevar, perder el control.
Vivir. Dejar que suceda.
La mariposa inmortal,
Amanda.
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Hola Ryan
SpiritualAmanda se siente sola. Se resguarda en la música y en las cartas que le escribe a su amiga Edurne, quien se ha mudado de forma reciente. Un día comienza a oír a Ryan, una voz en su cabeza. Un cuervo grazna y la nieve se cierne sobre ella aún más ver...