Hola Ryan

Carta 22

Hate to see your heart break, Paramore ft. Joy Williams.

Querida Edurne,

El río fluye y el carrete de la cámara está llegando a su fin, pronto necesitará otro. El proyector se rompió y veo las cosas en un tono sepia.

El amor es igual, permanece constante y perfecto mientras las escenas transcurren con velocidad, pero pronto acaban por terminarse. La perfección se hace imperfecta y todo lo que habías esperado que fuese hecho de colores, acaba viéndose solo de uno. La vida no es una película, al fin y al cabo; y te das cuenta de esto cuando te rompen, de una manera u otra, el corazón.

"¿Cómo ibas a saberlo?" Eso fue lo que me dijeron las chicas.

¡Oh, sí! Decidí quedar con ellas, y no creí que tuviesen el poder de desarmarme, pero lograron quitarme delicadamente la máscara que me había puesto para no derrumbarme antes de tiempo.

Preguntaron: "¿Qué tal?" y no fui capaz de fingir, no pude actuar como si no hubiese pasado nada. No pude mantenerme fuerte.

Empecé, aún así, con una sonrisa, sin darme por vencida, pero a medida que les iba contando todo lo que había pasado, se me quebraba la voz. Hice una pausa para intentar volver en mí, para reponerme, pero no pude. Mi sonrisa se deformó poco a poco, a medida que las palabras salían y secaban mi garganta mientras mis labios se agrietaban. Mis comisuras fueron bajando su altitud, al igual que mi orgullo y mi persistencia en mantener una buena pose. Las lágrimas se asomaron a mis ojos y fueron cayendo como la piedra que rebota y se hunde bajo sus ondas en el río.

Me desmoroné sin tan si quiera pretenderlo.

Las demás también cambiaron sus expresiones. Todas fruncieron el ceño y me miraron con ojos preocupados.

"Mierda, yo no quería esto, yo no quiero su compasión" pensé, pero realmente sentí otra cosa, sentí apoyo, sentí que no estaba del todo sola, sentí bengalas de colores estallando en el cielo de mi mente, sentí como el carrete se reponía y el disco seguía girando.

Sentí amor; amor puro y, créeme, no pude ser más afortunada.

Me querían, les importaba lo suficiente como para sentir dolor por mí.

Es verdad, ¿cómo iba a saberlo? Cómo iba a saber que esta película cambiaría tanto, cómo iba a saber que sería traicionada, cómo iba a saber que por otros era amada, cómo iba a saber que en realidad mi pequeña e irrelevante existencia, después de todo, no era tan irrelevante...

¿Cómo iba a saber a dónde me llevaría la marea? No podía saberlo y no puedo tampoco ahora, aunque puedo resistir, si no es siempre por mí misma, sí por mis amigas; por las chicas (y tú, claro).

Sigo echando de menos a Ryan, pero puedo esperar su regreso ya que, de momento, tengo gente que me echa una mano y que me quiere.

No me malinterpretes, sigo triste, pero con el corazón lleno.

¿Cómo lo iba a saber?

Gracias por curarme,

Amanda.