Carta 6

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The Light Behind your Eyes, My Chemical Romance.


Querida Edurne,

Hay veces en las que entre las cosas se establece un sentido muy extraño. A mí me gusta pensar que el mundo es una telaraña enorme y que cada pequeño hilo se acaba entrelazando, por simple casualidad, con otro, creando una obra magnífica.

Estaba en YouTube, buscando no sé qué canción de Avril Lavigne y en recomendaciones me apareció The Light Behind Your Eyes de My Chemical Romance y recordé que era uno de tus grupos favoritos. Hice clic encima del vídeo, solo por curiosidad, pero descubrí algo realmente importante.

La letra de la canción parecía salida de mí; sonaba como mi alma y palpitaba como mi corazón. Me puse los cascos y volví a reproducir la canción. Subí el volumen y una notificación saltó a la pantalla de mi móvil, avisándome de que tener tan alto el sonido iba a causarme daños en los oídos a largo plazo. Pasé de ella, pasé de todo.

No quería pensar en nada, no mientras aquella canción siguiese sonando, acallando los gritos de mi mente, tranquilizándome, indicándome el camino con su luz blanca, llena de esperanza.

Respiré cada nota y al acabar la canción, supe que, aunque me doliese lo siguiente que iba a hacer, debía, aun así, continuar con ello.

Es lo mejor para ellas y es lo mejor para mí: olvidarme de todo.

Si me olvido de ellas, al principio sufriré, pero... ¿y luego? Luego solo habrá paz para todas nosotras. De este modo nadie sufrirá de un modo injusto, de esta forma, volveré a ser feliz.

Pero no puedo irme sin más, no se merecen dicho sinsabor; así que he tramado un plan, un gran plan: dejar que por última vez entren en mi cabeza y se empapen de todas las palabras enredadas que revolotean nerviosas en mis pensamientos; despedirme para siempre de ellas con esta canción, dejando mi alma al descubierto, mientras intento advertirlas y protegerlas de las cosas malas del mundo y, por encima de todo eso, decirles que las quiero.

Edurne, te quiero, y esta canción está dirigida a ti también, pero no puedo dejar de escribirte. Lo siento.

Es una de las pocas cosas que me hacen sentir viva.

Sé que es un deseo egoísta, pero... quiero que seas tú el único pilar que me mantenga sujeta a esta oscura y bella tierra.

Me gusta pensar que el mundo es una telaraña enorme y que cada pequeño hilo se acaba entrelazando, creando una obra magnífica. Y cuando las gotas de lluvia se queden atrapadas en ella, sonreiremos, pues la belleza de un plan perfecto es digna de admiración.

No sé cuándo volveré a escribir,

Amanda.

Hola RyanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora