Kol la sujetaba con fuerza, la fiebre no paraba de subir y los dolores aumentaban. Él la levantó de la cama, llevándola en brazos hasta la bañera y la sumergió en el agua helada.
Ya lo habia intentado dándole de su propia sangre, pero ella la habia vomitado sin poderle causar el efecto curador. Cristina no tenia fuerzas para respirar cuando Kol la metió en el agua ella no pudo replicar.
— Dos, cuatro, veinticuatro... 1022, 1423, 1728, 1907, 2017...— era lo poco que llegaba a decir Cristina, Kol lo apuntaba todo aunque sin entender el sentido.
Por fin bajó la fiebre y la chica volvió a la normalidad. La volvió a dejar en la cama y ella quedó dormida por unos minutos.
Kol la observaba. Despues de todo, se sorprendió a sí mismo no sintiendo pena por la chica, si no una profunda admiración.
Cristina despertó sin que Kol se diera cuenta. Lo que habia pasado es que ella habia tenido una visión.
Entre otras cosas, había visto a Kol, antes de ser un vampiro, antes de hacer monstruosidades y daño a otra gente inocente. Pero no pensaba decírselo. "El orgullo de los hombres es más frágil que un cristal". Era lo que solía decirle su madre.
—Buenos dias princesa— le sonrió Kol.
— Lo serán para ti.
Los dos guardaron silencio.
—He visto...— ella intentó analizarlo para poder expresarlo pero era conplicado— No entiendo nada.
—Has debido ver cosas que tú como simple humana no entiendes, pero dilo todo y así podré ayudarte.
—Es la cazadora.
—¿quien?
—La numero 24. La humana numero 24. He visto la imagen de una mujer, y una lista de nombres numerada, aunque no recuerdo ningún nombre. Pero resaltaba el número 24.
Kol seguía confundido, más bien, pensando.
—dos, cuatro. Pillas? — dijo con burla ella.
—Sabes? Eras más mona a 40 de fiebre. — Cristina rió divertida. Por primera vez no vio a Kol como un monstruo.
Él se sorprendió al escuchar la risa pero se sintió inexplicablemente bien. Era como si su sonrisa le devolviera las ganas de sentir. Como si ella pudiera ver a través de su máscara de frialdad.
Reprimió una sonrisa y se dispuso a marcharse. Pero al llegar a la puerta ¡ZAS! Notó el golpe de un almohadón en su cuello.
— Si piensas que te puedes ir y dejarme sola durante todo el dia estas muy equivocado. Resulta que yo no soy inmortal y no me da la gana pasar tiempo de mi corta vida, sola y aburrida.
La chica apenas pestañeó y ya tenía la almohada de vuelta y a Kol en la cama a su lado. Él la miró divertido.
—¿te apetece resolver un puzle?
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Afraid (The Originals)
Hayran Kurgu"No sabéis dónde estáis ni porqué. Esto es una Isla, pero mágicamente protegida de los mapas. Los humanos estáis aquí porque buscamos a uno en concreto. Así que conviviréis aquí con vampiros y brujas hasta que averigüemos quién es." Ese discursito c...