Cartas anónimas

Capítulo 11

Después de que Chris se fuera subí a darme una ducha, me sentía cansada, ahora estoy recostada en la cama totalmente aburrida y pensando en que más puedo hacer para que me reconozca.

Tome el teléfono y marque el número de Alice, un bip, dos bips, tres bips... buzón de voz.

Maldita perra...

Me di la vuela para ver el techo blanco, estaba muerta, necesitaba hacer algo para que Chris comenzara a reconocerme, pero no lo quiero hacer de sopetón, no sería bueno.

¿Le digo ya o sigo con las cartas?...

Si le digo ahora, se enojará porque no le dije desde que lo vi, si de algún modo le digo lentamente, tal vez no sea tan malo ¿o si?
Me lleve la almohada a la cara, no podía pensar.

Escuche el claxon de la camioneta de Peter, por fin, al parecer a ellos no les da miedo que le pueda pasar algo a la chica universitaria.
Me puse de pie y arroje la almohada a la cama, tome un respiro y salí de la habitación para después comenzar a bajar las escaleras, abrí la puerta, no había nadie, resoplé furiosa por haber sido tan estúpida, me di la vuelta pero reconocí los gritos de la voz chillona.

- ¿A dónde te crees que vas?-. Escuche a mis espaldas.

Me di la vuelta y con toda la pereza del mundo comencé a bajar los pocos escalones para darme cuenta de que estaban aparcando dos autos.

- ¿Que carajos es esto?-. Grité sorprendida.

- Estos, son autos-. Dijo Amy poniéndose frente a mi.- Uno tuyo y otro de tu madre.

- ¿Y tu?-. Pregunte curiosa.-¿Dónde quedaste tu?

- Pues, legalmente aun no puedo conducir-. Dijo haciendo una mueca.

- ¿Cual es el mío?-. Pregunté.

- Pues, te darán a escoger, la camioneta Audi a1 o el porsche -. Dijo con una sonrisa.- Si quieres mi opinión, te diría que tomaras la camioneta-. Dijo volteándose a verme.- Si elijes el porsche serás un blanco en la escuela y los envidiosos te harían bromas pesadas.

- Yo hubiera preferido un Beetle-. Dije sin pensarlo.

- No inventes-. Dijo furiosa.

- Pues, es más discreto-. Dije encogiéndome de hombros.

- ¿Que color hubieras pedido?-. Preguntó alzando las cejas.

- Negro-. Dije con una sonrisa.

- No, error, se le notan los rayones muy rápido-. Dijo haciendo una mueca.

- ¿Que color se supone que deba escoger?-. Pregunte alzando las manos.

- Pues, si quieres esconder los rayones, gris, si no, otro color-. Dijo con una sonrisa victoriosa.

Maldita sabelotodo...

No quería un auto, tal vez me sirviera para transportarme a la escuela, pero ya, eso sería todo.

Peter salió del garaje.

- ¿Y bien?-. Dijo extendiendo los brazos.- ¿Cual quieres?

¿Que respondo?

- ¿Y si hacemos un trato?-. Pregunté.

- ¿Que clase de trato?-. Dijo ya frente a mi.

- ¿Por qué no mejor que nadie escoja nada y tomemos el auto que necesitemos y ya esta?-. Pregunté alzando las cejas.

Me miró sorprendido, como si fuera la genio del milenio.

- Bien, si eso quieres bien-. Dijo esbozando una sonrisa.

Me empieza a caer bien, asentí y me adentré en la casa por que ya tenía frío, subí hasta a mi habitación y me deje caer en la cama, mire el teléfono con curiosidad ¿Alice ya habría encendido su teléfono?

Suspiré y lo tomé en mis manos, marque su número, un bip, dos bips...

-¿Hola?-. Escuche al otro lado de la línea.

Deje escapar todo el aire que estaba conteniendo.

- Hola-. Dije aliviada.- ¿Por qué no contestabas?

- Es que-. Dijo haciendo una pausa lo que hizo que me preocupara aún más.- Chris esta jodiendo con que quiere contactarse contigo.

- Voy a morir-. Dije dándome la vuelta.

- ¿Que harás?-. Preguntó después de unos segundos.

Comencé a buscar una solución, una manera de contactarme con él sin que se diera cuenta de que me he convertido en su vecina y en su compañera de literatura.

- Se me acaba de ocurrir la idea más alocada-. Dije esbozando una sonrisa.

Después de todo, no tiene que conocer mi voz y ya esta... ¿no?

- ¿Por qué presiento que pedirás ayuda?-. Escuche del otro lado del teléfono.

- Porque le pediré ayuda a la pequeña Amy-. Dije alzando la vista.

- ¿Por qué escuche mi nombre?-. Escuche la voz chillona.

Me di la vuelta para ver a Amy en el umbral de la puerta.

Sonreí.