Capítulo 13

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La alarma me despertó de golpe, eran las 6:00 am, tenía que estar en la universidad a las 8:00, me froté los ojos y encendí la lampara, el teléfono de Amy estaba al lado de ella, me quede recostada en la cama, viendo las paredes color lila, me daba pereza pintarlas de otro color, además, no me quejaba de ese color.

Me deshice del cubrecama y me puse de pie, arregle mis cosas para darme una ducha, hoy tenía deportes, no quería tardarme tanto en los cambiadores para esa clase, así que solo lleve un short de mezclilla y una blusa negra de mangas largas y sobre la blusa un chaleco de mezclilla, me di la ducha y me cambie, salí y entré en el armario por unas zapatillas deportivas, busque unas mayas deportivas y una blusa de tirantes para la clase, fui al tocador y time una goma para el cabello y una banda para que no se me fuera el cabello a la cara después.

Metí todo en la mochila y me la lleve a la espalda baje a la cocina a desayunar algo, deje el teléfono de Amy en mi mesita de noche, espero y sepa que lo encontrará ahí, si no se enojara.

Rogué porque hubiera cereal, no tenía ganas de cocinar, había un problema, si compraron cereal no lo encontraba. Es ahora cuando odiaba que Peter fuera un maldito hombre de dinero que tiene de esas cocinas en la que todo esta perfectamente ordenado, cereales en una sección, condimentos en otra, malditos ricachones.

Abrí cada uno de los cajones, hasta que di con la estúpida caja de cereal, serví un poco en un tazón, y le puse leche, saque una cuchara y lo revolví, después me lleve una cucharada a la boca.

Escuche el timbre, malditos hijos de perra, ¿uno no puede disfrutar un buen plato de cereal?. Tenía hambre, no iba a dejar mi plato de cereal por cualquier imbécil que estuviera tocando, crucé la cocina con mi plato en mano, abrí la puerta, no era cualquier imbécil, era Chris, me lleve una cucharada de cereal a la boca y el hizo unamueca graciosa.

- Provecho-. Dijo esbozando una sonrisa.

- Gracias-. Dije llevandome otra cucharada a la boca.

- ¿Nos vamos?-. Preguntó.

- No, te veré allá-. Dije después de tragar el cereal.

- ¿Segura?-. Preguntó alzando las cejas.

- ¡Que si, joder!-. Espeté molesta.

- Vale, vale-. Dijo alzando las manos y alejándose.

Respiré y cerré la puerta, me apresuré a terminar con mi cereal, y fui a cepillarme los dientes, fui a la cocina por mi mochila y me la lleve a la espalda, camine por el corredor hasta la puerta, me quede mirando en la encimera.

¿Cuáles son las llaves de la estúpida camioneta?

No tenía tiempo para pensar, tome unas al azar y salí de la casa, cerré la puerta detrás de mi y fui directo al garaje, presione el botón de la alarma, la alarma sonó a mis espaldas, me di la vuelta, tenía que ser el estúpido porsche, no tenía tiempo para regresar, me adentré en el auto y lo encendí, comencé a avanzar a paso lento, no quería que después Peter me matara por rayar su costoso auto.

Estacione el auto en el estacionamiento de la escuela, salí del auto, le puse la alarma y salí corriendo hasta el aula de literatura, crucé las puertas del instituto justo cuando la campana sonó, corrí hasta el aula, pero la puerta ya estaba cerrada, me lleve una mano a la frente, empuje la puerta y el maestro me miro confundido.

-¿Puedo entrar?-. Pregunté con voz agitada.

- Pasa-. Dijo con una sonrisa.

Estúpido Paul, no le veo la gracia a esto, tienes un pésimo sentido del humor.

Me senté al lado de la perra de Cordelia porque era el último asiento libre, saque el cuaderno.

- Chicos, vamos atrasados por el suceso de ayer-. La voz del profesor captó mi atención.

Deje mi cabeza caer contra la madera agrietada, apenas entre ayer y ya tenía la culpa de que fuéramos atrasados.

Todos rieron, noté como Cordelia estaba roja, las miradas estaban sobre nosotras.

- Iremos al grano-. Dijo el profesor.- Quiero un escrito de dos mil palabras.

Mi mirada subió hasta su estúpido y bonito rostro, ni siquiera parece profesor, es demasiado joven.

- ¿Dos mil?-. Dijo una voz desde atrás.

- Que sean tres mil-. Dijo esbozando una sonrisa.

Puse los ojos en blanco ¿que se supone que escribiría?

- ¿Que tipo de relato?-. Preguntó una voz amable; Chris.

- De lo que quieran, si quieren hacer un cuento, adelante-. Dijo alzando las manos.- Es para hoy, si no le terminan los veo en la biblioteca.

Mierda...

- Y por cierto, vale el cuarenta por ciento de su calificación final-. Dijo sentándose en su silla.

 Doble mierda...

De mala gana saque un bolígrafo y un cuaderno, comencé a escribir palabras que se me venían a la mente, cosas que sentía, no parecía un cuento, parecía una especie de poesía, solo que sin rimas y cuartetos y esas cosas. Llevaba más de cinco hojas, apuesto a que serían suficientes, no creo que las vaya a contar así que, arranque las hojas y se las entregué.

Tomé mis cosas y salí de la clase culpándome, el escrito era demasiado personal, pero ya lo había entregado, ya no había vuelta atrás.


N/A: Después subiré el escrito =)




Cartas anónimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora