Tierra tragame
Tierra tragame
Tierra tragame
Tierra tragameEra todo lo que podía pensar, al parecer, Chris le contó todo lo que hicimos, desde la vez que me resfrié por su culpa hasta la vez que nos perdimos y el me cargo de caballito, también le contó que ninguno creía en el amor, y también le contó que tuvimos nuestro primer beso. Estaba segura de que mis mejillas estaban teñidas de rojo, que pena, que horror, maldito Chris, le contaré y lo asesinare y ya esta, caso resuelto, adiós a los problemas.
- ¿Por qué no lo buscaste en la fiesta?
Ahí estábamos de nuevo, yo sentada frente a Charles y el haciendo preguntas de por qué no le he contado a Chris.
- Le dijiste que lo harías, bueno, la chica de las cartas lo hizo...
- Si, y él también dijo que le gustaba y después lo vi besándose con Cordeli-zorra-. Espeté molesta.
- Cordeli-zorra-. Cuando dijo aquellas palabras prácticamente estallo en carcajadas.
Lo mire con seriedad, no tenía gracia, era la verdad, el debería saberlo y eso que yo soy la nueva.
- ¡Eso no es justo!-. Grito al cabo de unos segundos.
Lo mire confundida ¿no era justo?
-A ti te beso Louis...
Ya entendí ¿como carajos lo supo? ¿alguna vez Chris se quedara callado?
- Exacto... me beso y ¿como carajos lo supiste?-. Grite enfadada.
Charles guardó silencio, miro la madera agrietada de la mesa y después volvió a mirarme, sus ojos desprendieron un destello y tuve la impresión de que no me gustaría lo que diría.
- Esa noche acorde ayudar a Chris a encontrar a la chica de las cartas... y lo íbamos a hacer, le iba a decir que eras tu.
- ¿Pero?-. Pregunté.
- Parecías... nerviosa, sabía que había algo que aún escondías y no quise meter la pata-. Dijo encogiéndose de hombros
¿Me esta diciendo que me iba a delatar? maldito... tomé un respiro e hice lo mejor por calmarme.
- Solo quiero encontrar una manera de decírselo sin que se moleste... o al menos que no me odie de por vida-. Dije sintiendo los ojos arder.
- Becca, no puede odiarte, el ha querido ponerse en contacto contigo durante mucho mucho tiempo, y ahora te tiene aquí-. Dijo esbozando una leve sonrisa.- El agradecerá eso.
- ¡Ese es el problema!-. Grité.-Se puso en contacto conmigo, no le dije quien era, se molestará... ¡lo sé!
- ¿Como...?
- Le dije a Amy que me prestara su teléfono para enviarle mensajes a Chris-. Lo interrumpí.- Le hice creer que aún estaba en Madrid...
-¿Por qué hiciste eso?-. Preguntó en voz alta.
Sentí que las lágrimas pugnaban por salir, no quería llorar, ya había llorado demasiado, no quería, no era justo, no era posible, todo era difícil, tan complicado.
- No sabía que hacer-. Dije arrastrando las palabras.
- No, no pudiste reunir el valor para decirle...-. Grito molesto.- ¿Que quieres? ¿perderle otra vez?
Aquello hizo que las lágrimas comenzaran a brotar de mis ojos, en parte tenía razón, era verdad, definitivamente no quería eso.
- Se va a molestar, no sé que hacer...-. Dije mordiéndome el labio para no llorar más.
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Cartas anónimas
Teen FictionChristopher y Rebeca, mejores amigos por tres años, se conocieron cuando tuvieron nueve y por problemas se separaron a los doce. Rebeca no tuvo la oportunidad de decirle que lo amaba, apenas eran niños sin conocer el amor y se dio cuenta de que lo a...