Capítulo 26

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Chris entró en la habitación con paso decidido, escuché ruidos por todas partes, por lo que imagine que estaría haciendo las maletas. Cerré los ojos con fuerza, rogando porque no me encontrara, sentía que la carta ardía en mi bolsillo, pero de verdad que no podía dársela, "si amas algo déjalo ir". Vaya frase de mierda. Lo que realmente quería era lanzarme encima de él y decirle que yo era la Becca enana de Madrid. ¿Pero de qué mierdas serviría eso? 

Si, exacto, de nada. ¿Por qué? Porque el no siente nada por mi, porque el tiene una vida por delante y porque no tengo el suficiente valor para decirle por lo cual nunca pasará, aunque me quisiera seguiría siendo la misma cobarde que se esconde bajo la cama como un ladrón de esos que meten a las casas en las noches, soy una cobarde que no es capaz de pronunciar tres simples palabras: "yo soy Becca" ¿tan difícil es?

Mi teléfono comenzó a sonar. ¿En serio? ¿De todas las jodidas horas en las que me pueden llamar me llaman ahora? ¡Púdrete Alice! ¡Que se pudra quienquiera que me este llamando!

Escuché que Chris comenzó a revolver sus cosas, tal vez creyó que era su teléfono el que estaba sonando. Mi teléfono no dejaba de sonar y como la estúpida que soy comencé a reírme nerviosamente.

Chris asomó su cabeza por debajo de la cama, tenía una sonrisa nerviosa en el rostro.

- ¿Llamo a la policía y te acuso de acosadora?-. Preguntó divertido.

Reí como tonta y rodé para salir de mi escondite, Chris me miraba confundido.

- Perdona...-. Murmuré nerviosa.- Quería decirte algo, pero me arrepentí, escuché pasos, tu estúpida ventana se atoró y me escondí.

Chris rió divertido y yo simplemente le dí un golpe en el hombro.

- ¿Y qué querías decirme?-. Preguntó.

Alarmas comenzaron a sonar en mi cabeza. Tres, dos uno. Mi cabeza estaba a punto de explotar. ¡Carajo! ¿Qué se supone que diría?

Miré hacía el techo, después a Chris, después al suelo, después a la cama, después a la ventana y por último a la puerta y me dieron enormes ganas de correr como loca estúpida.

- Ehh... lo olvidé-. Dije tratando de sonar lo más cuerda posible.

- ¿Lo olvidaste?-. Preguntó extrañado.

- Lo olvide-. Repetí como boba.

Chris hizo una mueca, miró al suelo y su mirada se quedó en el suelo lo que realmente era alarmante, seguí su mirada a mi maldito teléfono que tenía la foto de Alice llamando.

Jodida vida.

Miré a Chris, miré al teléfono, me apresuré a querer tomarlo, pero Chris me empujó, caí al suelo y él gano.

Mierda

- ¿Tu de dónde conoces a Alice?-. Preguntó un poco molesto. Sólo un poco. Mentira... muy molesto.

- Facebook-. Mentí con una estúpida sonrisa.

Y la verdad era que... estaba jodida en aquella situación.

Cartas anónimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora