Faltaban unos pocos minutos para que la fiesta comenzara, no quería manejar y no le había dicho a Chris que iría, sería una sorpresa, me estaba preparando mentalmente para poder decirle quien era.
Tenía los nervios de punta y aun me preguntaba de quien era la nota que había en mi casillero.
Incluso pudo ser el mismísimo Chris, pero eso sólo complicaba las cosas aún más.Salí de mi habitación y comencé a bajar las escaleras, no quería conducir y claro esta que no iría con Chris, así que llamé a un taxi, sentía una extraña sensación en el estomago, llevaba un pantalón y una blusa acompañada de un suéter ligero y unas botas cafés, los nervios se me ponían aun más de punta, salí de la casa y me senté en los escalones para esperar el taxi, no había señales de Chris por lo que supongo que ya se habrá ido, segundos después el auto amarillo se detuvo frente a la casa, corrí hasta el y le di la dirección de Charles.
El camino iba en silencio, mi cabeza daba vueltas, finalmente llegamos al lugar, le di el dinero y me baje del auto, sentía el estomago revuelto, no iba a ser capaz de hablar con él, quería huir, pero si lo hacía era una estupidez, perdí mi tiempo en venir hasta aquí y perdí dinero en el taxi.Comencé a caminar por el jardín de la vez pasada, por curiosidad alcé mi vista a dode estaba la habitación del incendio, las cortinas habían sido reemplazadas, mi respiración comenzaba a entrecortarse, era demasiado tarde como para regresar, me asuste cuando alguien tocó mi hombro, me di la vuelta repentinamente.
- Calma...-. Dijo alzando los brazos.- Soy inofensivo, no tengo malas intenciones.
Me relaje un poco al ver al chico que había visto cuando salimos al campo, el que se torció el tobillo.
- Hola, perdón, estoy nerviosa-. Admití.
- ¿Por qué?-. Preguntó con curiosidad.- ¿Por la nota?
Lo miré detenidamente, el sabía.
- ¿Fuiste tu?-. Pregunté alzando las cejas.
Asintió, traté de evitar una carcajada, pero sin querer salió.
- Oye, no es como si hubiera dicho algo que no era cierto-. Dijo con una risita nerviosa.
Solté otra carcajada, esta vez mas notoria.
- ¿Yo, linda?-. Pregunté, si era horrible.
- Si, tu...-. Dijo apuntándome con el dedo.- linda.
Evité una carcajada, después me dolería el estomago.
- ¿Cuál es tu nombre?-. Pregunto mientras comenzamos a terminar de atravesar el jardín.
- Rebeca-. Dije esbozando una sonrisa- ¿Y tu?
- Louis-. Dijo alzando las cejas.- Un placer Rebeca, lindo nombre.
- Gracias Louis-. Dije con una sonrisa.- También me gusta tu nombre-. Admití.
Comenzamos a hablar de varias cosas, aun seguía buscando a Chris con la mirada, pero no había rastro de él, parecía que se lo había tragado la tierra, me concentré en la platica que estaba teniendo con Louis, hasta que el mencionado apareció.
- No sabía que estabas aquí-. Dijo esbozando una sonrisa.
- Si, ni siquiera yo pensé que iba a venir-. Admití.- ¿Que tal van las cosas?
- Estoy buscando a la chica de las notas-. Dijo esbozando una sonrisa.
Se me hizo un nudo en la garganta, tenía los nervios de punta, fue entonces cuando me dí cuenta de que la noche estaba por caer, iba a hablar, pero los labios de alguien me callaron, lo aparte y me dí cuenta de que era Louis, lo miré furiosa y sin pensarlo dos veces le solté una bofetada, me volví a voltear para buscar a Chris, pero se había ido.
- Serás idiota-. Le grité a Louis.
- Lo siento-. Dijo con la mano en la mejilla.
Traté de calmarme, busque a Chris y comencé a caminar, no había rastro de él, parece que salió huyendo, no lo encontraba, cuando por fin era de noche, comencé a buscarlo en la casa, camine por la sala donde había parejas besándose y otros estaban jugando botella como la otra vez que estuve aquí, por fin reconocí su cabello rubio, pero hubiera preferido no encontrarlo, esta allí, en las escaleras, besándose con esa perra.
Cordelia...
Me quería ir, pero mis piernas se negaban a hacerme caso, Cordelia me vio y sonrió, la zorra me estaba restregando en la cara que había perdido.
Por fin me dí la vuelta, comencé a caminar a la cocina, necesitaba un trago, o tal vez...
Unos cuantos...
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Cartas anónimas
Teen FictionChristopher y Rebeca, mejores amigos por tres años, se conocieron cuando tuvieron nueve y por problemas se separaron a los doce. Rebeca no tuvo la oportunidad de decirle que lo amaba, apenas eran niños sin conocer el amor y se dio cuenta de que lo a...