Capítulo 27

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Chris me miraba molesto, el teléfono aún sonaba y él muy maldito contesto y lo puso en el altavoz.

- ¡Becca! ¡Becca! ¡Chris viene a Madrid! ¿No le has dicho nada? ¿Por qué carajos no le dices nada?

- ¡Así es Becca!-. Gritó Chris.- ¿Por qué carajos no me dices nada?

Me quedé callada, muy callada y eso no es muy normal en mi pero ahora simplemente no sabía que decir, sentía ganas de llorar y de gritar.

- Oh, oh...-. Escuché a Alice desde el teléfono.

- Así es... oh, oh-. Dijo Chris molesto.

- ¡Chris deja de joder!-. Exploté.- ¡Yo no te pedí que te largaras al otro lado del planeta, tampoco pedí que tuviera que verte de nuevo, me trababa con las malditas palabras así que no quieras simplemente culparme!

- ¡Tenía derecho a saber la verdad!-. Gritó molesto.

- Y yo tenía derecho a seguir con mi vida y a hacer con ella lo que me viniera en gana, tenía derecho a olvidarte y a olvidar mis estúpidos sentimientos por ti!-. Dije y no pude evitar que un par de lagrimas salieran de mis ojos.

- ¡No me quieras culpar me esto, yo nunca pedí que me quisieras!-. Gritó.

- ¿Crees que yo lo elegí?-. Espeté molesta.- ¡Bien, no pediste que te quisiera, yo no pedí tenerte como vecino, no pedí chocar contigo y no pedí tener que torturarme estando junto a ti sin decirte nada!

- ¡Pudiste haber hablado!-. Gritó.

- Yo mejor me voy, ¿saben? Ustedes dos pueden solucionar sus problemas solitos.- Dijo Alice desde el teléfono.

Chris miró el teléfono enojado y lo lanzó al suelo.

- ¿Y que culpa tiene mi estúpido teléfono?-. Grité molesta.

- Ah no, enana-. Dijo negando con la cabeza.- No me vas a cambiar de tema, tienes muchas cosas que contarme.

- ¡No me llames enana!-. Grité.- ¿Que quieres que te explique? ¿que eres un maldito sin sentimientos? ¿tienes idea de lo que era para mi estar frente a ti sin poder decirte nada?

- Exacto, estaba frente a ti y pudiste decírmelo, no era tan difícil-. Murmuró.

- Si, claro, era sencillo.- Bromeé.- ¡No eras tu el que se trababa con las palabras!¡no eras tu el que sentía un maldito nudo en la garganta!

- ¿Desde cuando lo sabías?-. Preguntó molesto.

Miré hacia el techo como boba sin decir nada.

- ¿Desde cuando?-. Gritó.

Lo miré molesta, la ira corría por todo mi cuerpo.

- ¡Desde que me tiraste al jodido suelo y terminé con arañazos y cortes por tu culpa!-. Grite.- ¡Y no te atrevas a volver a gritarme!

- ¿O que?-. Preguntó.- ¿Que harás?

Me quede callada, ¿es en serio? prácticamente no he cambiado mi manera de ser desde pequeña ¿y me pregunta eso?

- A caso no  tengo derecho a enfadarme-. Gritó.

Bingo, el vaso se derramó y mi puño dio a parar a su rostro.

Pero sucedió algo extraño, super extraño, no pareció molestarse o algo por el estilo... porque él me besó.


Cartas anónimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora