Chris me miraba molesto, el teléfono aún sonaba y él muy maldito contesto y lo puso en el altavoz.
- ¡Becca! ¡Becca! ¡Chris viene a Madrid! ¿No le has dicho nada? ¿Por qué carajos no le dices nada?
- ¡Así es Becca!-. Gritó Chris.- ¿Por qué carajos no me dices nada?
Me quedé callada, muy callada y eso no es muy normal en mi pero ahora simplemente no sabía que decir, sentía ganas de llorar y de gritar.
- Oh, oh...-. Escuché a Alice desde el teléfono.
- Así es... oh, oh-. Dijo Chris molesto.
- ¡Chris deja de joder!-. Exploté.- ¡Yo no te pedí que te largaras al otro lado del planeta, tampoco pedí que tuviera que verte de nuevo, me trababa con las malditas palabras así que no quieras simplemente culparme!
- ¡Tenía derecho a saber la verdad!-. Gritó molesto.
- Y yo tenía derecho a seguir con mi vida y a hacer con ella lo que me viniera en gana, tenía derecho a olvidarte y a olvidar mis estúpidos sentimientos por ti!-. Dije y no pude evitar que un par de lagrimas salieran de mis ojos.
- ¡No me quieras culpar me esto, yo nunca pedí que me quisieras!-. Gritó.
- ¿Crees que yo lo elegí?-. Espeté molesta.- ¡Bien, no pediste que te quisiera, yo no pedí tenerte como vecino, no pedí chocar contigo y no pedí tener que torturarme estando junto a ti sin decirte nada!
- ¡Pudiste haber hablado!-. Gritó.
- Yo mejor me voy, ¿saben? Ustedes dos pueden solucionar sus problemas solitos.- Dijo Alice desde el teléfono.
Chris miró el teléfono enojado y lo lanzó al suelo.
- ¿Y que culpa tiene mi estúpido teléfono?-. Grité molesta.
- Ah no, enana-. Dijo negando con la cabeza.- No me vas a cambiar de tema, tienes muchas cosas que contarme.
- ¡No me llames enana!-. Grité.- ¿Que quieres que te explique? ¿que eres un maldito sin sentimientos? ¿tienes idea de lo que era para mi estar frente a ti sin poder decirte nada?
- Exacto, estaba frente a ti y pudiste decírmelo, no era tan difícil-. Murmuró.
- Si, claro, era sencillo.- Bromeé.- ¡No eras tu el que se trababa con las palabras!¡no eras tu el que sentía un maldito nudo en la garganta!
- ¿Desde cuando lo sabías?-. Preguntó molesto.
Miré hacia el techo como boba sin decir nada.
- ¿Desde cuando?-. Gritó.
Lo miré molesta, la ira corría por todo mi cuerpo.
- ¡Desde que me tiraste al jodido suelo y terminé con arañazos y cortes por tu culpa!-. Grite.- ¡Y no te atrevas a volver a gritarme!
- ¿O que?-. Preguntó.- ¿Que harás?
Me quede callada, ¿es en serio? prácticamente no he cambiado mi manera de ser desde pequeña ¿y me pregunta eso?
- A caso no tengo derecho a enfadarme-. Gritó.
Bingo, el vaso se derramó y mi puño dio a parar a su rostro.
Pero sucedió algo extraño, super extraño, no pareció molestarse o algo por el estilo... porque él me besó.
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Cartas anónimas
Novela JuvenilChristopher y Rebeca, mejores amigos por tres años, se conocieron cuando tuvieron nueve y por problemas se separaron a los doce. Rebeca no tuvo la oportunidad de decirle que lo amaba, apenas eran niños sin conocer el amor y se dio cuenta de que lo a...