Mucha información para procesar. Emilio me acababa de decir que le gusto, justo después de haber estado con Louis al cual en pleno acto había llamado Ethan.
¿En qué mundo es posible eso? Claro, en el retorcido mundo de Santiago de Valdés.
¿Cómo pude haber llamado a Louis, Ethan? ¿Y cómo era posible que en estos momentos Emilio me dijera que le gustaba?
– Es un buen chiste – comencé a reír a carcajadas y lo empuje con ambas manos separándolo de mi. Emilio solo bajo su mirada y no dijo absolutamente nada. – Oh, no es un chiste – dejé de reír.
– No Santiago, no es un chiste – dijo en un tono muy bajo, su mirada seguía baja.
– Pe...pero... – tartamudee – ¿Cómo? ¿Desde cuándo?
– N-n-no tengo idea desde cuando, ni cómo – puso sus manos sobre su cabeza y miró hacia arriba – esto no debería haber pasado... olvida lo que dije, adiós – comenzó a caminar hacia la puerta, pero otra vez lo detuve y lo acorrale.
– No te vas a ir así como así – dije mientras lo tenía acorralado en la muralla con mis brazos a cada uno de sus lados. – quiero saber exactamente de cuando sientes esto. – bajó la mirada.
– Desde siempre Santiago... – susurró – desde el primer momento en que te vi.
– ¿Q-q-ue? – eso me me había tomado totalmente por sorpresa.
– Siempre me has gustado Santiago – me miró a los ojos – al principió pensé que eran solo estupideces, ideas mías, algo con lo que simplemente podría lidiar y matarlo, así lo pensaba hasta que hace unos días... estuvimos juntos.
– Yo... no sé qué decir.
Ahora todo tenía sentido. Esas expresiones de celos cuando me encontró con Ethan y Louis. Las preocupaciones. Los besos. Todo tenía sentido.
– No tienes que decir nada – dijo apenado – pero quería que lo supieras... no esperaba que me correspondieras, yo solo... – no lo dejé terminar y lo besé.
Esperen. ¿Lo besé? Oh, sí. Claro que lo besé. Eso hasta a mi me sorprendió. No tengo idea de por qué lo hice, pero al verlo ahí tan... tan, no sé cómo explicarlo, fue un impulso que tuve. Debo admitir que no sentía nada más que una fuerte atracción sexual por Emilio, pero quizás, si lo intentara con él, podría gustarme... y hasta llegar a enamorarme. De alguna forma necesitaba distraerme y sacarme de la cabeza al estúpido de Ethan y quizás una relación con Emilio en estos momentos podría lograrlo.
– ¿Cómo se supone que debo tomar eso? – sonrió.
– Como un ''podríamos intentarlo'' – puse mi mano en su mejilla, la acaricie, y lo volví a besar, para acto seguido, levantarlo y llevarlo a mi cama. Ese fue el principio de una gran mentira que luego me traería serias consecuencias.
****
2 meses después.
>Mood: Pumped Up Kicks - Foster The People<
Ya habían pasado dos meses de esa extraña noche y con Emilio las cosas se fueron dando bien, bastante bien.
Para mi sorpresa Emilio es una persona totalmente atenta y muy cariñosa. Siempre llegaba con regalos, o me sacaba a lugares nuevos, sobre todo de noche. Ese era un lado que no tenía idea que existía ya que Emilio es siempre más bien una persona alérgica a todo tipo de amor. Yo en cambio soy muy frio con él, y no le presto mucha atención, solo la estrictamente necesaria. En estos meses no he logrado quererlo como algo más que un amigo, pero si me ha servido como distracción para poder dejar de pensar en el estúpido de Ethan, el cual ahora, para mala suerte mía, era uno de los más populares del Newland por ser el novio de Trinidad. Si no hubiera enviado ese vídeo a RudeBoy aun podría seguir con mi plan de mandarlo al fin de la pirámide social, ya que por lo que Trinidad me dijo al otro día – furiosa por su puesto– no querían hacer pública aún su relación, pero como a Santiago de Valdés le sale todo mal, apretó el botón incorrecto.
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INSIDE
Teen Fiction¿Alguna vez te has preguntado cómo es en realidad la vida de los acomodados? Bienvenidos al Noreste de la ciudad de Santiago, mejor conocido como La Dehesa. Aquí es donde yo y mis amigos vivimos, vamos a clases, nos divertimos, jugamos y dormimos -q...