Capitulo 24

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Después de la conversación que tuvimos con Blake, ambos caímos rendidos sobre los brazos de morfeo, tal cual como estábamos. Uno al lado del otro, en su cama. Por la mañana, desperté con ella sobre mi pecho, tiernamente dormida con una expresión muy chistosa en su cara. No pude evitar formar una sonrisa. La observé durante unos segundos, y luego musité muy bajo.

– ¿Por qué  no pude ser alguien normal y enamorarme de una chica como tú?

Me intenté acomodar un poco en la cama, sin despertarla. Aún era temprano, muy temprano. Aproximadamente las seis de la mañana. Y no tendríamos que salir de ahí hasta las diez, ya que a esa hora mi madre saldría al trabajo, y probablemente Trinidad ya estuviera en el colegio. No quería encontrarme a ninguna de la dos.

Mi intento por no despertar a Blake, fue totalmente en vano. Al primer movimiento, ella comenzó a moverse entre quejidos, y a despegar la cara de mi pecho.

– Lo siento – me disculpé mientras Blake se sentaba en la cama frotándose los ojos – no quería despertarte.

– No te preocupes – sonrió aun con los ojos cerrados – de todas formas, estoy acostumbrada a despertar temprano.

– ¿Cómo rayos lo haces? – pregunté mirándola fijamente.

– ¿Despertar temprano? – preguntó confundida.

– No – respondí – verte como una jodida diosa al despertar.

– Oh, por favor – golpeó mi pecho – este es mi modo zombie.

– Si los zombies fueran así... – sonreí – me los violaría a todos.

– Eres un tonto – negó con la cabeza riendo.

Blake decidió encender la televisión para pasar el rato. Cabe decir que no había absolutamente nada más que noticias aburridas ahí, por lo que decidimos recurrir a Netflix. Santa maravilla. Encontramos rápidamente una película. Una película que sinceramente hacía que llorara a mares. Still Alice. Se podría decir que era una de las mejores películas que había visto, sobre todo por la increíble actuación de Julianne Moore y la cantidad de contenido que esta tenía. Era totalmente increíble. Pero esta vez, no la pude ver completa, ya que a la mitad me quede profundamente dormido.

Al despertar nuevamente, la película ya estaba llegando a su fin, y la primera imagen que llegó a mis ojos al abrirlos, fue la de Blake llorando junto a una caja de pañuelos. Comprensible totalmente. La primera vez me pasó lo mismo.

Luego de burlarme un rato de ella, y de recibir algunos golpes, decidí que ya era hora de levantarme. Me dirigí hasta el baño de Blake, no sin que antes ella me entregara un cepillo de dientes nuevo, y más ropa de su hermano. Bendito hermano de Blake que me salvaba en estas situaciones. Al entrar al baño, lo primero que hice fue acercarme hasta el espejo, y observar mi rostro.

Vaya que estaba demacrado.

Las ojeras se marcaban bajo mis ojos, negras como si fueran golpes. Estaba muy, pero muy pálido. Y mi cabello apuntando en todas las direcciones. Si alguien me viera en ese estado, de verdad, se asustaría. Era un jodido zombie. Como esos que aparecen en TWD. Y no me gustaba para nada.

Abrí la llave de agua y me agaché para poder mojarme la cara. Aun me sentía un poco somnoliento, y necesitaba despertar. El contacto con el agua fría, provoco que todos los pelos de mi cuerpo se erizaran, y además que despertara un poco. Me quede ahí, con las manos fijas en el lavamanos, mirando hacia abajo por unos segundos. Me sentía agotado, pero no físicamente, si no que mentalmente.

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