Capitulo 11

4.9K 306 34
                                    

– Trinidad – susurré y comencé a soltar lentamente a Emilio. Ambos estábamos petrificados por la escena.

– Te hice una pregunta Santiago ¿acabas de decir novios? – cerró la puerta.

– Si, rubia estúpida – Emilio abrió su boca – dijo NO-VIOS, ¿tanto te cuesta entender esa palabra?

– Repite lo que dijiste – lo miré con la mayor cara de asesino posible. El solo formo una sonrisa.

– ¿Qué cosa? ¿Lo de rubia estúpida o ...– lo interrumpí dándole un golpe en la nariz que lo lanzó al suelo. – ¡¿ACASO ERES IDIOTA?!

– ¡FUERA DE MI HABITACION! – grité.

– ¡MIRA COMO DEJASTE MI NARIZ! – se levantó y se puso frente a mí con la mano en la nariz.

– Tienes tres segundos para salir de aquí, si no quieres que te reviente todos los dientes – puse mis manos en las sienes y cerré los ojos – 1...

– Esto no se va a quedar así – dijo mientras se retiraba, pero se detuvo en la puerta. – solo recuerda algo querido Santiago, te vas a arrepentir de todo lo que has hecho, y vas a pagar con lágrimas – amenazó y luego desapareció.

– ¡AHHHH! – grité frustrado dirigiéndome a mi armario.

– ¡¿Me puedes explicar que mierda acaba de pasar aquí?! – exigió mi hermana cuando ya se encontraba dentro.

– ¿Qué mierda quieres que te expliqué Trinidad? – pregunté molesto – ¿Qué éramos novios? ¡SI TRINIDAD, ERAMOS NOVIOS! – grité.

– Pe-pero... – tartamudeo – realmente no entiendo nada...

– ¡NO HAY NADA QUE ENTENDER! – volví a gritar – ese estúpido se me declaro hace unos meses y bueno... necesitaba una distracción para olvidar a E... – me callé antes de cagarla más – ¡Ahhh! Yo...yo solo cometí un error. – me senté en un pequeño sillón que se encontraba ahí y puse las manos en mi cabeza.

– ¿Por qué nunca me contaste nada? – se acercó y se arrodillo frente a mi.

– ¡Oh, claro Trinidad! ¿Cuándo podría haber sido eso? – la miré y le sonreí irónicamente – ¿Cuándo estabas en mi cama con Ethan? ¿Cuándo almorzabas con Ethan? ¿Cuándo prácticamente vives con Ethan? ¡Para estar contigo prácticamente hay que pedir una hora!

– Yo... yo lo siento – desvió la mirada. pero tú sabes que siempre estoy aquí para ti...

– Creo que mentir es de familia – me paré enojado y fui hasta el espejo a mirarme – sabes que eso de ''siempre estoy aquí para ti'' dejo de correr hace bastante rato para nosotros.

– No digas eso Santiago... – dijo apenada.

– ¿Por qué no? Es la verdad Trinidad – oh no, la tristeza comenzaba a venir a mí ¿Qué mierda era este ataque de sinceridad? no podía pararlo. Era como vomito. Vomito de palabras.– ¡DATE CUENTA JODER! ¡EL TE ABSORBIÓ! – una estúpida lagrima se escapo de mis ojos, la cual sequé velozmente para que no se diera cuenta. Intento fallido.

– Santiago – se acercó a mí y me giró dejándonos frente a frente, pero mi mirada estaba en el suelo– Hey hermanito... mírame – tomó mi mentón y lo levantó – siempre voy a estar aquí, pase lo que pase... ni Ethan ni nadie nos va a separar, somos tu y yo ¿recuerdas? Inseparables hasta el final.

– Trinidad... – la miré fijamente y me lancé a sus brazos llorando cual niña pequeña – te extraño estúpida, te extraño demasiado... tu eres la única que sabe lo complicado que es ser yo y... ah, lo siento – me separé de ella – no debería reclamarte nada... es solo que de un momento a otro me vi... sin ti, solo. – baje la mirada.

INSIDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora