INSIDE

Agradecimientos

>No fue fácil, pero lo logré.<

A muchos probablemente no le importe mucho esta parte de la novela. Es más, supongo que varios no la leerán, pero de todas maneras voy a hacerlo.

Escribir #INSiDe_ para mi marcó un antes y un después en mi vida. Era la primera vez que estaba escribiendo algo tan grande, y eso me emocionaba bastante.

Cuando comencé la historia, esta no tenía nada que ver con lo que es ahora. Era una historia más o menos más basada en las locuras que yo y mis amigos hacíamos. Pero al ir escribiendo me vino una idea.

¿Por que no mezclar mi vida un poco de ficción?

Así es como nació Santiago de Valdés y su mundo.

Debo decir y reconocer que al crear a Santiago, lo hice únicamente pensando en mi. La idea inicial que tenía, era que fuera un espejo de mi personalidad. Que todo lo que yo era, se viera reflejado en el, y que así cuando alguien llegara a leerlo, conociera a Santiago de Valdés, pero más que nada a mi.

Y eso fue lo que intente hacer con cada uno de mis personajes. Reflejar las personalidades de las personas que me rodean.

Quizás con algunos lo logré mejor que con otros, pero debo decirles, que cada personaje que conocieron, amaron u odiaron, son personas reales. De carne y hueso. Las cuales fueron mi inspiración día a día.

Y a ellas son las que de corazón quiero agradecer, por darme la fuerza y ganas de seguir con esto.

Katalina Valdés, Marly Carrasco, Francisca Castillo, Camila Rodriguez e Ignacia Lagos, esta historia va dedicada a ustedes con todo el cariño del mundo. Gracias por dejarme entrar en sus vidas, y por estar ahí siempre que lo necesité.

Tambien dedico esto a un lector muy especial, que se ha vuelto en muy poco tiempo, un gran amigo y compañero del día a día, Ignacio Henríquez gracias por apoyarme e impulsarme seguir.

Por ultimo, pero no menos importante, agradecerle a todos los lectores que se dieron el tiempo de conocer mi historia, leerla y apoyarla.

De verdad, gracias a todos por acompañarme hasta esta instancia, pero les debo decir que esto no es un adiós, si no un hasta pronto. Aún queda mucho por conocer de Santiago de Valdés.

Un abrazo.

bxstian.