Esto sí que me había tomado por sorpresa. Nunca había sabido nada de mi padre. Lo conocía solo por las fotos que mi madre guardaba y por los pocos relatos de el hombre que era antes de que mi hermana y yo naciéramos. El nos abandonó. Nos abandono a nosotros y a mi madre. Jamás nos busco y ahora se aparece aquí, de la nada, como el flamante presidente de una de las más grandes agencias de modelos del mundo.
– Espere tantos años este momento – sonrió de oreja a oreja.
– Esto no está pasando – me paré de golpe y sonreí incrédulo por el nerviosismo, dejando caer una lagrima de mi ojo izquierdo – esto no puede estar pasando.
– Yo tampoco lo creo... – camino hacía mi e intento abrazarme.
– ¡NO ME TOQUES! – grité dándole un empujón – no te atrevas a dar un paso más.
– P-p-ero... – tartamudeó confundido por mi reacción.
– Han pasado diecisiete años... – hablé furioso.
– Hijo yo pued... – interrumpió.
– ¡NO ME INTERRUMPAS! – grité – Han pasado diecisiete años desde que nos abandonaste, nos abandonaste sin mirar ningún día de tu vida atrás... ¿por qué ahora?
– Las cosas no son así Santiago – volvió a acercarse.
– ¡TE DIJE QUE NO TE ACERQUES! – grité aun más furioso – ¿POR QUÉ AHORA NATHANIEL? ¿POR QUÉ DECIDISTE APARECER AHORA QUE YA NO TE NECESITO?
– No me llames así... – tragó saliva nervioso.
– ¿Y COMO QUIERES QUE TE LLAME? ¿PADRE? ¿PAPITO? – sonreí con sarcasmo – ¡ESO NO TE LO MERECES! ¡UN PADRE NO ABANDONA A SUS HIJOS! ¡UN PADRE ESTA AHÍ CONTIGO SIEMPRE! ¿SABES CUANTAS VECES TE NECESITÉ? ¿CUÁNTAS VECES DESEE TENER UN PADRE PARA PODER HACERLE REGALOS EN SU DIA AL IGUAL QUE MIS DEMÁS COMPAÑEROS? ¿CUANTAS VECES ROGUÉ POR UN CONSEJO TUYO? – grité hecho un mar de lagrimas. Me había quebrado.
– Todo tiene una explicación... – dijo tomándome de los hombros.
– ¡¿UNA EXPLICACIÓN?! ¿QUÉ CLASE DE EXPLICACIÓN LE DAS A UNA PERSONA QUE ABANDONASTE DURANTE AÑOS? ¡VETE A LA MIERDA!– quité con brusquedad sus brazos y me giré dispuesto a irme.
– ¡TODO ES CULPA DE TU MADRE! – gritó justo cuando tomé el pomo de la puerta.
– ¿Qué acabas de decir? – me giré lentamente y lo miré furioso, fijamente a los ojos.
– Tu madre me prohibió acercarme a ustedes... – suspiró. – ella me alejó.
– Oh, claro... – reí con ironía volviendo a acercarme – echarle la culpa a los demás para tapar tus errores. – solté una carcajada
– ¡ES LA VERDAD! – gritó un poco desesperado.
– Tan típico de Valdés... ella siempre me dijo que nos parecíamos bastante. – formé una sonrisa que desapareció al instante– pero ¿sabes? Espero que se haya equivocado, porque no me gustaría para nada parecerme al hijo de puta que se hace llamar mi padre.
– Santiago... por favor– suplicó– los hechos no ocurrieron como ella te lo ha dicho... todos estos años les ha estado envenenando la mente.
– Todos estos años ha cuidado de nosotros... – dije intentando mantener la compostura– y digo "nosotros" en teoría, ya que ella nunca se ha preocupado bastante de mí –bajé la cabeza con un poco de tristeza.
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INSIDE
Ficção Adolescente¿Alguna vez te has preguntado cómo es en realidad la vida de los acomodados? Bienvenidos al Noreste de la ciudad de Santiago, mejor conocido como La Dehesa. Aquí es donde yo y mis amigos vivimos, vamos a clases, nos divertimos, jugamos y dormimos -q...