Hold Me Tight [Jimin]

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Torpe. Eso es lo que era, una torpe. Seguro que si ahora mismo buscáis la definición en cualquier diccionario os sale una foto mía, y por supuesto que no una buena foto sino una en la que este cayéndome o cometiendo otro estúpido error. Salirme de la rutina ahora mismo no había tenido muy buenos resultados, estaba claro que yo necesitaba tener controlado todo o pasaban cosas por el estilo.

Claramente la cosa no quedó en las dos equivocaciones que había tenido, su nacionalidad y su nombre, sino que fue más allá. ¿El mundo estaba en mi contra hoy o era yo solita? A los nervios que ya tenía, por enseñar al nuevo, se sumaron los que cogí cometiendo los errores, por lo que parecía un flan personificado. Había tirado varios pedidos al suelo, y cuando Jimin se había ofrecido a llevarlos él, para que ninguno más acabará por el piso, me equivoqué al darle el número de las mesas. Un absoluto desastre.

Nuestras compañeras intentaron ayudarme con el nuevo, pero siempre sucedía algo para que yo estropeara la situación. No llegaba a entender que es lo que me estaba pasando. Podía comprender que algo de culpa tuviera el descontrol del momento, al yo tener una vida tan controlada, pero nunca me había pasado algo tan grave.

Me tomé un tiempo de descanso y las chicas se quedaron ayudando a Jimin. Me senté en una de las sillas de la sala de descanso, dejé caer mi cuerpo encima de la mesa y suspiré.

—¿Te encuentras bien? —su voz me sorprendió porque no había oído la puerta abrirse y volverse a cerrar.

Me incorporé en la silla y me encontré con que estaba caminando hacía mi. Jimin no apartaba la mirada de mí mientras se acercaba y se sentaba cómodamente en la silla de enfrente. Sus movimientos eran suaves y tranquilos, no parecía estar nervioso por la situación —cosa que si me pasaría a mí sí me encontrara con una persona tan petarda como yo de "profesor"—, sino que se le veía sereno. Levantó una ceja mirándome y recordé que me había hecho una pregunta.

—Eh... Sí, estoy bien —dije dubitativa—. Normalmente no soy así de torpe, tiene que ser que estoy cansada.

—Eso espero. No creo que el encargado me haya puesto contigo porque eres así de mala —dijo en tono jocoso y sonriendo suavemente.

—Prometo estar mejor mañana, cuando controle la situación.

—¿Cuándo controles la situación? —preguntó curioso.

—Cosas mías.

Ya había quedado bastante mal hoy como para que también pensara que son una maniática. No me solía importar lo que pensara la gente sobre mí, pero, no sé si por lo que había pasado, tenía miedo de sus impresiones hacia mi. ¿Era mucho pedir que me viera como una persona normal? —por lo menos de momento—.

Había dejado de mirarme y ahora contemplaba sus manos, más concretamente sus uñas, así que me permití volver a observarle detenidamente. Sus brazos estaban en tensión y unos suaves músculos se mascaban en ellos. Tenía las manos un tanto pequeñas para ser un chico, pero seguían siendo más grandes que las de una mujer, y las venas se le marcaban bastante en estas. El flequillo le caía suavemente sobre la frente y, en ocasiones, le tapaba un poco los ojos, por lo que estaba todo el rato echándose el pelo para atrás.

De repente me encontré observando de nuevo sus ojos, pequeños y achinados, y recordé el horrible comentario que le había dicho antes al verlo por primera vez. Imagino que estará cansado de que lo confundan con un chino, y que no tiene que ser alegre que te etiqueten por ese hecho —seguramente haya pensado que lo iba a tratar de una manera diferente por ser asiático—.

—Lo siento —dije apartando la mirada hacia sus manos, que descansaban suavemente en la mesa—. No pretendía faltarte al respeto con mi comentario anterior, ni siquiera lo pensé solamente salió de mi boca.

—No te preocupes. Estoy acostumbrado a que me traten diferente por no ser americano, pero nunca me habían hecho una acusación tan directa —su respuesta me tomó por sorpresa y lo miré—. Aunque la verdad es que me hizo gracia, por lo menos no te lo guardaste para ti y me miraste mal después.

—Pues no parecía que te lo hubieras tomado tan bien como dices —respondí mirándole—, tu cara decía totalmente lo contrario.

—Ya —se pasó la mano derecha por la nuca, frotándosela—, es que al principio me molestó un poco, pero luego me di cuenta de que no lo habías hecho adrede, y que no me tratabas diferente por lo evidente —se señaló con la otra mano.

—¿Te tratan diferente por ser asiático? —pregunté curiosa por su comentario.

—No te puedes ni imaginar —sonrío suavemente mirándome con cautela—. Suelen imaginarse que soy de cierta manera solamente por ser extranjero. Y eso me ha llevado a quedar muy mal, a tener que dar explicaciones cuando no debía,...

—Vaya, lo siento.

—Deja de pedir perdón —se rió de una manera tan melódica que me hizo abrir los ojos asombrada—. No ha sido tan malo lo que has hecho y no me has tratado diferente, así que quédate con eso, y relájate ya que no te voy a hacer nada.

Me lo quedé mirando un rato más porque me había sorprendido que entendiera que parte de mi nerviosismo venía por él. Su mirada no se apartó de la mía en un rato, hasta que se sintió incómodo y miro las manos en su regazo.

Habíamos estado bastante tiempo hablando en la zona de descanso, y aunque había sido sobre mi nerviosismo y mis meteduras de pata, sentía que lo había conocido un poco más. Ya era hora de volver al trabajo y me encontraba un poco más relajada al haber aclarado con él el malentendido.

—Es hora de volver al trabajo —dije levantándome y él me siguió con la mirada—. Prometo no seguir estropeándolo todo a partir de ahora. Te enseñaré cómo es debido sin errores.

—Trato hecho —se levantó y me extendió la mano para sellar el trato.

Cogí su mano estrechándosela y le sonreí dulcemente. No tardó en devolverme la sonrisa. Salimos de la sala de descanso y volvimos al trabajo, esta vez con mejores resultados que la vez anterior.

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¡Holaaaa!
Bueno este capítulo es un poco más corto que el anterior, pero quería que hubiera ya un pequeño acercamiento entre ellos. Se me han estado ocurriendo muchas cosas para esta historia, así que me voy a poner bastante estos días porque dentro de poco voy a empezar con unos trabajos y me gustaría tener capítulos ya escritos para esos días.
Mientras tanto contadme que os ha parecido este capítulo y como creéis que va a seguir avanzando la historia de estos dos.
Besitos <3