Hold Me Tight [Jimin]

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Narra V:

Sorpresa. Eso es lo que había experimento nada más ver a Leah desnuda. No esperaba encontrarme a Jimin con una chica, y mucho menos con una tan guapa. La verdad es que si lo pienso también podría decir que sentí mucha vergüenza. Las chicas no se me dan muy bien y que mi primer encuentro con una en mucho tiempo fuera así...

Pero sigo pensando que la sorpresa es la clave de este encuentro, ya que después, al verla desenvolverse con mi amigo y conocerla un poco, hizo que viera a una chica totalmente alucinante y de la cual podría haberme enamorado fácilmente. Pero claro, mi mejor amigo la había visto antes y se notaba que él sentía eso mismo, estaba enamorándose de esta chica.

Se despidieron en la puerta muy tiernamente, como hacen las parejas, y me agrado mucho ver que Jimin, por fin, volvía a sonreír como antes —aunque sabía que aún teníamos una conversación pendiente por lo que había sucedido— y eso me hizo feliz. Él se merecía algo así y solo por eso Leah ya había ganado puntos.

–Te ha dado fuerte lo de esta chica, ¿eh? —dije cuando Jimin se giró hacia mí después de cerrar la puerta por donde se había ido Leah.

Se acercó sin decir nada y me preparé para lo peor. Me dio una buena colleja y se sentó en el sitio donde había estado antes de irse Leah como si no hubiera pasado nada. Sobé la parte donde me había dado y reprimí una queja, la verdad es que me lo merecía.

—A ver si de esta forma aprendes a que tienes que llamar a la puerta o avisar de que te vas a pasar por aquí —bebió de su café mirándome—, te di la llave para emergencias no para que te pasearas por aquí cuando te pica un pie.

—No me pica un pie, necesito encontrar un piso donde vivir.

—¿Y para eso venias a despertarme a las —miró el reloj de la cocina— nueve de la mañana?

—Ya estabas despierto.

—Créeme si te digo que me iba a despertar todavía más —sonrió de lado haciéndome recordar el momento justo en el que había llegado.

—Lo siento —agaché la cabeza—, nunca pensé que te encontraría con una tía.

—Bueno, ahora lo sabes, tengo novia así que ya no podrás pasarte por aquí como antes porque puedes encontrarte con estas cosas.

—Ya lo sé para la próxima.

—Bien.

Se levantó recogiendo las tazas vacías, las metió en el fregadero y comenzó a limpiarlas. Me daba completamente la espalda y sentía que la situación aún estaba un poco tensa, y lo comprendía porque yo me sentiría igual si los papeles fueran distintos.

—¿Qué te ha parecido Leah? —preguntó mientras seguía limpiando.

—No hemos tenido mucho tiempo para hablar, pero me ha parecido una chica agradable. La verdad es que te pega mucho, tiene ese estilo de niña pija que te gusta —se giró a verme con la ceja levantada—, pero no tiene nada que ver con las anteriores. No os he visto mucho tiempo juntos, pero es como si ella estuviera pendiente de ti y tú de ella, como si quisierais que el otro sea feliz, y eso me ha gustado verlo. Creo que has encontrado a una buena chica, y me gustaría seguir conociéndola.

—Para mí es muy importante que vosotros os llevéis bien —se cruzó de brazos apoyándose en el fregadero—, no quiero lidiar con más peleas entre mi mejor amigo y mi pareja. No de nuevo.

—Nunca me equivoqué con ella, con Hyolyn —dije mirándolo serio porque sabía que el tema era delicado—. Hizo lo que me esperaba e incluso fue más allá.