12

72 6 3
                                    

Narra Jimin

Cuando me desperté ella ya no estaba a mi lado. No sabría decir exactamente cuando se había ido, porque no me había enterado, pero a juzgar por lo frías que estaban las sábanas, tenía que haber sido hace bastante. Recordaba perfectamente lo que había pasado anoche, había bebido, pero no lo suficiente como para olvidarlo. Me había acostado con Leah, mi compañera de trabajo, y lo había disfrutado muchísimo.

Me sorprendió que se abalanzara sobre mí y me besara sin decir nada, pero lo que más me sorprendió fue la súplica que salió de su boca. No quería estar en ese bar, no quería estar con ese tío con el que estaba, ella quería estar conmigo. La saqué de allí e intenté que me dijera dónde vivía, pero no lograba que dijera cosas con sentido. Al final la traje a mi casa, y se volvió a abalanzar sobre mí para besarme. No intenté alejarla de mí, sino que disfrute de la cercanía y me deje llevar, necesitaba algo como eso en ese momento.

No sabía que ella escaparía sin decir nada o sin dejar una nota. Seguro que se sentía mal por lo que había pasado y por eso se había ido. No había sido brusco con ella, y la había tratado con la mayor delicadeza que podía, pero parece que no había sido suficiente.

Tenía el presentimiento de que hoy sería un día duro en la cafetería después de lo sucedido.

---

No me equivocaba con mi suposición, la tarde trabajando estaba siendo horrible. Leah ni siquiera me había dedicado una mirada, y cuando había intentado hablar con ella antes de empezar la jornada laboral había salido, literalmente, corriendo.

Necesitaba hablar con ella y aclarar lo que había pasado, no me gustaba que existiera esta incomodidad entre los dos. Sentía que ella no estaba a gusto en mi presencia, y yo no podía trabajar bien sabiendo que estaba pasando eso entre nosotros. Tenía que hablar con ella como fuera.

A la hora de la salida nos quedamos solos, la otra compañera se había ido una hora antes, por lo que era el momento perfecto para aclarar las cosas con ella. Entré en la sala de descanso y ella estaba absorta mirando dentro de su taquilla, llevaba la camiseta para cambiarse en la mano y no me había oído entrar.

Me puse detrás de ella y toqué suavemente su codo para llamar su atención.

—Leah —dije su nombre suavemente cuando la agarré, aunque ella saltó al notar mi contacto.

Se giró lentamente y se pegó a la taquilla de al lado de la suya mirándome antentamente. No sabía cómo empezar la conversación porque la tensión era bastante palpable. Con su mirada me decía que no quería hablar del tema, pero tampoco podíamos olvidarlo como si tal cosa, había que quitar esta incomodidad.

—Quería hablar contigo de lo de ayer —comencé diciendo.

—¿Lo recuerdas? —preguntó.

—Claro que lo recuerdo. Había bebido un poco, pero no tanto como para olvidar lo sucedido. ¿Tú no lo recuerdas? —pregunté con miedo.

¿Y si no se acordaba? ¿Y si pensaba que había abusado de ella y por eso no quería ni mirarme a la cara? No había pensado en esa posibilidad, pero podría ser la causa de la tensión que sentía en ella. No quería tenerme cerca porque me tenía miedo.

—¿Te hice daño? —pregunté sin dejar que me respondiera—. En ningún momento fue mi intención abusar de ti, pensé que era consentido, de verdad que lo siento.

Leah me miraba confusa y con los ojos cada vez más abiertos. Me tenía miedo, la había cagado.

—Lo siento de verdad —suspiré y me fui a pasar la mano por el pelo pero Leah me la cogió suavemente.

—Jimin, te estás creando solo una película en tu cabeza —la miré a los ojos sin comprender—. Me acuerdo de lo que pasó anoche con claridad. Sé que iba bastante borracha, pero lo recuerdo. Fuiste muy amable conmigo y me trataste con la dulzura con la que nadie me ha tratado.

—Entonces ¿por qué me has rehuido toda la tarde? Pensé que te habías sentido obligada a acostarte conmigo.

—En ningún momento me sentí obligada. Si no hubiera querido acostarme contigo te lo habría hecho saber —dijo mirándome fijamente a los ojos, haciéndome saber que no tenía que seguir sintiéndome culpable porque no había hecho nada—. Te he estado rehuyendo porque me siento incómoda.

—¿Incómoda?

—Yo no me acuesto con mis compañeros de trabajo —me soltó la mano, que aún agarraba—, y tampoco desaparezco así de la casa de un chico. No sabía cómo enfrentarme a ti y a lo que había pasado, estaba muy nerviosa y no quería cagarla como la primera vez que nos conocimos.

Empezaba a entender lo que quería decirme. Ambos recordábamos lo que había pasado y por lo que había insinuado también había disfrutado de la noche de sexo, pero le hacía sentirse incómoda que haya sido yo el chico con el que ha pasado la noche.

—Leah no iba a pensar nada malo de ti, solo quería hablarlo y aclarar las cosas —me acerqué a ella y acaricié dulcemente su mejilla, mirando sus preciosos ojos que ahora se veían más verdes.

Tenía que reconocer una cosa, me sentía bastante atraído por esta chica. Hacía tiempo que no estaba con nadie, y tampoco me había interesado ninguna chica, pero Leah tenía algo que hacía que me volviera loco por tocarla, por besarla. Y en estos momentos quería besarla como anoche y tenerla en mis brazos una vez más, pero puso sus pequeñas manos en mi pecho para que no me acercará más.

—Jimin, no podemos hacer esto.

—¿Por qué no? Nos sentimos atraídos el uno por el otro, no me lo niegues.

—No te voy a negar algo que es evidente, pero seguimos sin poder hacer eso. No podemos acostarnos más veces, ni mantener una relación más seria. Tenemos que olvidar que nos hemos acostado, pasar página y seguir siendo compañeros o amigos —dijo muy seria.

—¿Eso es lo que quieres?

—Si

—¿Por qué Leah? ¿Es por el tío con el que estabas anoche?

—¿Qué? —me miró sorprendida—. ¡No! Kevin y yo solo somos amigos, no quiero nada con él. Lo que pasa es que creo que sería muy incómodo si después de tener sexo nos tenemos que ver todos los días en el trabajo haciendo como si no hubiera pasado nada, y yo —miró hacía otro lado— no puedo mantener una relación más seria con nadie ahora mismo.

¿Qué me estaba ocultando? Con esa última frase me había sentido fuera de lugar. Sé que no conozco a Leah desde hace años, pero ya llevo casi un mes trabajando aquí y sentía que por lo menos la conocía un poco, pero ahora mismo siento que es una persona diferente. No podía exigirle una explicación, quedaba palpable que no quería que le preguntara, además de que no teníamos esa confianza.

Tenía que resignarme y hacer lo que ella quisiera, aunque lo que yo más quisiera hacer ahora mismo era convencerla de intentarlo. No iba a forzarla, no era mi estilo y no iba a empezar a ser así solamente porque ella me atrajera. Aceptaría lo que me pedía, me resignaría. Olvidaría la fantástica noche que habíamos pasado y volveríamos a lo de antes, a ser compañeros de trabajo.

—Si es lo que quieres, así será.

No espere a que me respondiera, cogí mis cosas y me fui. Me sentía de una forma muy parecida a la que me trajo a este país hace unos meses, y todos los recuerdos que quería olvidar habían vuelto a mi de golpe. Tenía que hacer que volvieran a ese sitio escondido de mi mente y se quedarán allí, tenía que huir.

----------
¡Holaaa!
Bueno, bueno jeje ¿esperabais que todo saliera así? La verdad es que me ha costado un poco escribir este capítulo porque no sabía cómo tenía que reaccionar Jimin a lo que le iba a decir Leah, pero la verdad es que me gusta cómo ha quedado. Y a vosotr@s ¿os gusta el capítulo? ¿Qué creéis que va a pasar entre ellos dos? ¿Podrán volver a ser amigos después de lo que ha pasado? ¿Qué es lo que Jimin quiere olvidar?
Nos vemos en el próximo capítulo.
Besitos <3

PD: Puede que en breve me ponga a subir algunos one shoots de otros grupos de Kpop, para que estéis atentos a mis publicaciones por si os interesa alguno de los que escriba.

Hold Me Tight [Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora