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Ya era viernes, y en estos tres días que habían pasado no me había atrevido a hablar de lo sucedido con Jimin. Él tampoco había dicho nada sobre el tema, pero se le notaba algo distante. Además me había tenido que tragar una charla todos y cada uno de los días por parte de Lily, por ser una cobarde y no dar el paso para contarle a Jimin lo que sentía.

En estos días también me había dado cuenta que lo que sentía por él era más fuerte de lo que pensaba. Cada vez que estaba cerca o que me sonreía desde alguna mesa que estaba atendiendo el corazón empezaba a latirme con fuerza en el pecho. Pero cuando peor lo pasaba era cuando teníamos que trabajar juntos en la barra, porque es pequeña y casi todo el rato estábamos rozándonos para pasar de un lado a otro.

Pero hoy Lily me había puesto en un compromiso, y habíamos discutido sobre ello hasta la hora de entrar a trabajar. Llegaba tarde porque no sé donde narices he metido mis relojes pero desde el miércoles no los veo.

Entré en la sala de empleados corriendo, pero me tropecé con Jimin que salía ya vestido para empezar a trabajar. Al levantar la mirada me encontré con una suave sonrisa de su parte.

–Llegas tarde –dijo sin dejar de sonreír.

–Lo sé, me he entretenido hablando con Lily y se me ha pasado el tiempo volando –le enseño mi muñeca izquierda–, además no encuentro mis relojes por lo que no sé la hora que es.

–Bueno, no pasa nada, yo te cubro –fue a salir por la puerta–, te espero fuera.

–¡Espera! –grite cogiéndole de la muñeca para que no se fuera.

Tenía que decírselo si no quería que las cosas fueran peor, no quería más líos ni problemas y cuanto antes se lo dijera, antes me lo quitaba de encima y antes podría estar más tranquila.

–Lily me ha dicho que hoy quiere que salgamos de fiesta, ya que es viernes –dije mirando su muñeca que aun no soltaba, pero notaba su mirada puesta en mi–. Me ha dicho que te lo comente por si quieres venirte, bueno más bien me lo ha exigido o sino te llamaría ella y te lo diría, así que eso –había confesado toda la verdad sin darme cuenta y notaba que me estaba poniendo colorada–, ¿vendrías?

–Claro –al decirlo levante la cabeza para mirarlo y me recompensó con una sonrisa radiante–. Me apetece mucho salir con vosotras de fiesta.

–Vale, pues luego te doy los detalles.

–Perfecto.

Tiró suavemente de su muñeca para que yo la soltara –no me había dado cuenta de que seguía agarrándola– y se fue a trabajar. No podía quitarme la sonrisa de los labios. La idea de ir con Jimin, Lily y su novio de fiesta me parecía una locura –y una especie de encerrona para que tuviéramos que confesar lo que sentíamos sí o sí–, pero me apetecía mucho pasar más tiempo con él.

Estos días no habíamos tenido tiempo de hablar casi nada por diferentes razones: teníamos un montón de trabajo en la cafetería y yo estaba llegando muy justa al trabajo. Tenía que conseguirme un reloj nuevo si quería dejar de llegar tan tarde, pero no había tenido tiempo de acercarme a ningún lado a comprarlo. Pero sobretodo no habíamos hablado por mi culpa, lo reconozco, pero sentía que si me había armado de valor para pedirle salir hoy podría decirle lo que sentía.

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La tarde fue movidita y estaba bastante cansada, solo quería ir a mi habitación y dormir, pero Jimin me estaba esperando para contarle los detalles de la fiesta, y Lily también estaría esperando para tirarme de las orejas si no le contaba nada.

—¿A dónde soléis salir vosotras? —preguntó Jimin para romper el silencio que se había instalado.

—Vamos a un bar de la zona, es nuestro favorito y casi todas las chicas de la hermandad van ahí. Es una discoteca de moda que tiene dos pisos, en el superior se puede estar tranquilamente sentados hablando y abajo está la zona de baile.

Hold Me Tight [Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora