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Narra Jimin:

El tío pijo que había tocado la puerta era el novio de Lily —según lo que había deducido por sus intentos de acercarse a ella, sin éxito—, pero lo peor es que nos conocíamos de antes y la verdad es que no me caía muy bien. Mientras íbamos en su coche no dudo ni un momento en hacerme saber que yo también le sonaba, pero claro no dejándome muy bien parado.

—Yo a ti te conozco —dijo mirándome por el retrovisor. Pasé de contestarle pero le devolví la mirada—. ¿No eres el tío solitario que se sienta cerca de la ventana en la clase de contabilidad del profesor Norris?

—Si, ese mismo.

—Tío no hay quien te entienda —se rió de su propio comentario—, te has pasado todo el puto año solo y seguro que seguirá así. ¿No te aburre pegarte las dos horas de clase mirando por la ventana como un pringado?

Cerré los puños. Odiaba a este tío, era uno de los gilipollas que se sentaba al final de la clase y estaban todo el rato haciendo bromas o jodiendo al profesor, como si fueran niños de instituto, y sinceramente no quería tener nada que ver con un tío como él. Me estaba poniendo de los nervios y quería darle un golpe que recordara para toda su estúpida vida, pero una pequeña mano me abrió los dedos que había cerrado en puño y entrelazo nuestros dedos.

Miré a Leah y negó suavemente con la cabeza, seguramente incitándome a que no le respondiera lo que él quisiera o sino la liaríamos. Asentí y acaricié su mano con mi pulgar, consiguiendo que sonriera y se sonrojara. Me parecía alucinante como con un simple gesto podía sacar sus sentimientos a relucir.

Nadie más hablo en lo que quedaba de trayecto.

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Narra Leah:

No soportaba la tensión que había entre Lily y Josh, era tan palpable que hasta Jimin se había dado cuenta. Pero lo peor fue cuando Josh intentó que su cabreo derivará en un ataque hacia Jimin, y la verdad es que me hubiera gustado contestarle, pero vi a Lily por el espejo retrovisor y me di cuenta de que lo mejor era que nos calláramos todos.

Al llegar a la discoteca me di cuenta de que aún tenía la mano de Jimin agarrada, pero no quería soltarla, me trasmitía mucha paz y tranquilidad, cosa muy irónica cuando él mismo era el que me ponía nerviosa. Entramos sin problemas en la discoteca, ya nos conocían y teníamos unas entradas especiales. El guardarropa estaba bastante lleno por lo que Jimin y yo colocamos nuestras chaquetas en el mismo perchero, al igual que hicieron Lily y su novio.

Decidimos que lo mejor sería ir a tomar copas con tranquilidad a la parte de arriba en un principio, y luego podríamos bajar. Agarré muy fuerte la mano de Jimin —la cual había soltado y agarrado varias veces: al bajarnos del coche y al quitarnos las chaquetas, pero uno de los dos siempre volvía a coger la mano del otro—, para que no nos soltáramos en la multitud y subimos las escaleras.

Nos sentamos en un pequeño reservado con asientos de cuero y una mesa en medio para poder poner las consumiciones. Jimin y yo nos sentamos juntos en uno, y enfrente Lily y Josh. Una camarera se nos acercó y pedimos algo de beber, tenía muy claro que hoy no quería emborracharme, no tenía que escaquearme de nada solo disfrutar.

—Bueno, ¿vas a responder a la pregunta que te hice en el coche? —preguntó Josh cuando el silencio se hizo insoportable.

—Cállate Josh —dijo Lily—, estás siendo muy insoportable y desagradable.

—¿Ahora no te gusta que intente mantener una conversación con el nuevo ligue de Leah? ¿Me explicas lo que quieres? Porque no lo tengo muy claro —contestó.

Hold Me Tight [Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora