9

60 6 0
                                    

Como había estado esperando Lily me tenía algo preparado para la fiesta. Justo después de coger la primera copa de la noche una mano me agarró por el codo y me arrastro por la sala de la fiesta. Lily dejó de tirar de mí cuando llegamos donde estaba su novio Josh y un chico que no conocía de nada.

—Leah, te presento a Kevin García —dijo Lily después de soltarme y me señaló al chico que estaba con su novio—. Y ella es Leah McGarry, la chica de la que te hable.

¿Le había hablado de mí a este chico? ¿Y qué narices le había dicho de mi? Como no había dicho ni nada cuando nos presentó, Lily me dio un codazo para que reaccionara. Estiré la mano para estrechársela a Kevin y sonreí de mala gana.

—Encantada de conocerte.

—Lo mismo digo —sonrió dulcemente haciendo que unos pequeños hoyuelos se marcarán en sus mejillas mientras estrechaba mi mano. Seguro que si sonreía con más ganas se hacían más grandes y profundos—. Lily me ha dicho que estudias magisterio, y me pareció curioso porque yo también y nunca te he visto por clase, porque sin duda me habría fijado en una chica tan guapa como tú.

Adulador.

—Vaya, gracias —sonreí y agarré el codo de mi amiga, o de mi próxima ex amiga— ¿nos disculpáis un momento? Creo que he visto algo fuera de sitio en la fiesta y tengo que comentárselo a Lily, no queremos que falle algo con todo lo que se lo ha currado.

Tiré de ella antes de que los chicos respondieran y me la llevé a la cocina, bien lejos para poder gritarle un par de cosas. Cuando llegamos la solté y bebí de mi copa, a ver si el alcohol lograba serenarme después de esa escena tan extraña.

—Explícame por qué hay un chico en esta sala que sabe tanto de mí —dije mirando seriamente a mi amiga después de terminar mi copa, sí acabarla, necesitaba un buen chute si no quería acabar con ella ahora mismo.

—Necesitas distracción en tu vida, empezar a cambiarla de alguna forma, y he pensado que lo mejor sería que conocieras al chico perfecto con el que mantener una relación seria.

—Y pensaste que lo mejor era presentarme a un amigo de tu novio ¿no? —dije irónicamente— ¡Estás loca, Lily!

—Y que querías ¿qué esperará a que te diera por dar un paso con otro chico o con el coreano ese que te gusta tanto? —dijo acusándome con el dedo—. Si es cierto lo que dijiste de que quieres salir de esta vida monótona tienes que empezar ya, no puedes seguir retrasándolo.

—Independientemente de lo que dijera creo que estás no son formas, Lily.

—Vamos Leah, por dios. Kevin es un buen chico, está en la fraternidad de Josh, tiene buenas notas, es guapo ¿qué más necesitas? Dale una oportunidad. Conócelo y luego critícalo si quieres.

Lo que estaba diciendo Lily no era tan descabellado. Yo era la que le había dicho que quería salir de la monotonía, pero no imaginaba que tuviera que ser así. No sabía si estaba preparada para tener una relación con alguien, y menos con Kevin. Reconozco que es bastante guapo, moreno y bastante alto, con unos ojos azules impresionantes, pero eso no quería decir que fuéramos a encajar.

—Eso que acabas de decir ha sonado muy superficial.

—Un tío te entra primero por los ojos, Leah. Ya luego decides si conocerlo o no.

—¿Y si no funciona? —pregunto mientras me relleno la copa.

—Si no funciona sabrás que por lo menos lo has intentado, y que has cambiado algo en tu vida que te hará más fuerte para futuros intentos —no contesté, por lo que siguió hablando—. No te pido que te conviertas en su novia inmediatamente, solo quiero que lo conozcas y decidas por ti misma si te gusta o no, si podrías mantener una relación con él.

—Esta bien —la miré a los ojos—. Lo voy a intentar, pero no quiero que me presiones, ni el tampoco.

—¡Bien! —se tiró a mi cuello, literalmente, y me abrazo fuerte—. No te arrepentirás, te lo aseguro. Y ahora volvamos con los chicos antes de que se piensen cosas que no son.

No dudaba de las palabras de Lily, ya que si había escogido a Kevin era porque lo había analizado lo suficiente para saber que tendríamos cosas en común. De lo que dudaba era de mí misma. Seguía planteándome si estaría preparada para este tipo de relación, pero quería cambiar cosas en mi vida.

—Por cierto —dije frenándola antes de que me llevara de vuelta—, no me gusta Jimin.

—Ya claro —dijo con retintín.

Volvimos con los chicos, pero Lily se llevó a Josh para que pudiera estar con Kevin a solas. Comenzamos a hablar tranquilamente de nosotros mismos, intenté ser lo más abierta posible y no cerrarme en banda por la encerrona en la que me había metido mi mejor amiga, y lo cierto es que me lo estaba pasando bien. Kevin es bastante simpático y amable, viene de una familia medio española medio americana, de ahí su apellido, y sabe hablar ambas lenguas. Quiere especializarse y dar clases de español en las escuelas, porque cree que es un idioma que los americanos deberían dominar.

Las horas se pasan volando mientras hablo con él, y también bailamos cuando comienza a sonar una canción lenta. No me siento incómoda con él, pero tampoco estoy todavía muy a gusto, algo que si me pasó con Jimin esta tarde ¿por qué me acuerdo ahora de él?

Al acabar la fiesta Kevin se despide de mí con un suave beso en la mejilla, y me recuerda que me buscará en clase el lunes e iremos a comer juntos. Había accedido, siguiendo los consejos de Lily para cambiar mi vida, pero eso no quería decir que estuviera muy nerviosa.

---

Han pasado varias semanas desde la fiesta. Kevin y yo nos llevamos cada vez mejor, pero aún no estoy preparada para mantener una relación con él. Hay cosas que aún no conozco de él, y siento que es demasiado protector conmigo por algunas situaciones que habíamos vivido estas semanas.

Por otro lado, en la cafetería con Jimin todo va de fábula. Ya sabe moverse solo por el local, se ha aprendido la carta y ha cogido la soltura suficiente como para hablar con los clientes y apuntar sus pedidos. Así que hacía tiempo que no me pedía ayuda, y también que se había ido una de las chicas de refuerzo, por lo que volvíamos a ser tres trabajando por la tarde.

Todo iba bastante bien, no podía quejarme y la verdad es que estaba cómoda con la situación. Lily no me presionaba para etiquetar lo mío con Kevin, y él tampoco había intentado llegar a tener algo más, es decir, nada de besos y mucho menos de sexo. Se habían dado oportunidades, pero yo las esquivaba de la mejor forma que sabía.

Al llegar a la hermandad un jueves por la noche después de trabajar, Lily me sorprendió con una noticia que sabía que cambiaría mi vida.

—Mañana vamos a salir los cuatro a Royal's.

—¿Los cuatro? —pregunté curiosa mientras buscaba mi pijama y mi ropa interior en el cajón.

—Kevin, Josh, tú y yo.

—¿Una cita doble? ¿Por qué motivo?

—Porque ya es hora de que Kevin y tú deis el siguiente paso —me giré para mirarla levantando una ceja para que entendiera que no pillaba por dónde iba—. Sexo, Leah, sexo.

—Dijiste que no te ibas a meter en esto, que me dejarías llevarlo a mi manera —me crucé de brazos sin dejar de mirarla.

—Va a pasar un un mes desde que habéis empezado a hablar. Ya tienes que conocerle bastante bien. Es hora de que des el siguiente paso con él, que os besuqueéis y os acostéis —me miró desafiante—. Déjate ya de tonterías.

No quería, no me sentía preparada, pero al día siguiente por la noche iba vestida con un conjunto provocativo de noche elegido por Lily —básicamente era un vestido negro súper corto y pegado al cuerpo, con un escote pronunciado, acompañado de unos tacones negros. No recordaba cuando me había comprado este trozo de tela tan corto, pero cuando mi amiga lo vio en mi armario no hubo manera de negarme a ponérmelo—. Kevin y Josh nos habían recogido, y ahora estábamos en el coche del segundo de camino al bar de moda.

----------
Voy a subir otro capítulo, así que pondré el comentario en el siguiente.

Hold Me Tight [Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora