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Narra Jimin

Toqué la puerta de la habitación de la residencia a la que había ido después del encuentro con Leah, no me apetecía volver a casa y comerme la cabeza con lo que había sucedido, lo que podría ser diferente y lo que debería haber hecho para que ella cambiara de opinión. Necesitaba otro punto de vista y sabía quién me lo podría dar.

Taehyung abrió la puerta y me miró sorprendido. No solía ir a verle a su habitación en la residencia, solo cuando necesitaba hablar seriamente con él —y eso hacía mucho que no pasaba—, pero normalmente nos veíamos en mi casa. Él comparte habitación con otro chico, y la verdad es que no me gusta compartir mis intimidades con gente a la que no conozco.

Tae me dejó pasar y comprobé que su compañero no estaba en la habitación, aunque por lo que sabía llevaba una temporada sin aparecer demasiado por allí —fue una de las razones por las que me decidí a caminar hasta allí—. La habitación era del tamaño justo para que cupieran dos camas, dos armarios, dos escritorios y que hubiera un poco de espacio para moverte por ella. Sabía que Tae estaba cansado de vivir allí y que buscaba un piso para mudarse, pero no podía ofrecerle vivir conmigo, quería un espacio para mí y a veces él —aunque fuera mi mejor amigo— podía consumirte mucho.

—Anoche desapareciste sin decir nada —dijo Tae mientras me sentaba en el borde de su cama, y el ocupaba asiento en la cama de su compañero de habitación—. Tenía pensado ir a tu casa a ver que te había pasado, pero me has ahorrado el viaje. ¿Qué haces aquí?

—Necesitaba hablar con un amigo.

Y se lo conté todo. Taehyung lo sabia todo sobre mi y siempre conseguía ayudarme cuando no sabía cómo afrontar las cosas, por eso no había dudado ni un segundo en venir a contarle lo sucedido con Leah. Sabía que él me daría una perspectiva que ni yo me había planteado, y que haría que me decidiera sobre lo que hacer en estos momentos.

—Te gusta esa chica.

—Creo que es más bien que me atrae sexualmente, que la deseo, no creo que llegue al término gustar.

—No seas estúpido Jimin, esa chica te gusta porque sino no estarías planteándote estas cosas y no habrías venido a contarme lo sucedido. Vale, sí, puede que me lo hubieras contado, pero no con esa incógnita en la cabeza. Te conozco y quieres que te ayude con mi opinión, no es algo que quieras dejar pasar.

Siempre conseguía ver mi interior, ver lo que realmente quería decir aunque no lo dijera con palabras, y por ese tipo de cosas, entre otras, era mi mejor amigo.

—Esta bien, no lo quiero dejar pasar. Leah tiene algo que me atrae, que quiero conocer, es como si todo lo que me ha llevado hasta aquí se hubiera consumido y quisiera arrancar.

—¿Quieres decir que dejaras de lamentarte por lo que te ha llevado hasta vivir solo y comenzaras a luchar por tener una vida normal?

—Si.

—Me alegro, la verdad. Te lo mereces de una vez.

—Eso creo —dije mirando mis manos—. Pero Tae, ella no siente nada hacía mí y no quiere tener nada conmigo, así no puedo avanzar.

—¿Desde cuándo eres tan miedica? El Jimin que yo conozco lucharía por la chica hasta conseguir lo que quiere, ¿ya no eres ese Jimin?

Es cierto, yo no suelo rendirme y no sé porque estoy haciéndolo ahora. Miré a mi amigo y su sonrisa torcida me hizo ver lo que quería transmitirme. Tenía que ser el Jimin de siempre, tendría que luchar por lo que quería. No me rendiría.

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Narra Leah

Habían pasado unas semanas desde que Jimin y yo habíamos mantenido relaciones, y desde que habíamos hablado. Al principio fue muy raro volver a trabajar como antes, pero poco a poco la incomodidad fue desapareciendo y comenzamos a hablar como al principio. Él no parecía dolido por mi rechazo —algo que sí vi en el momento que lo aparte cuando fue a besarme— sino que estaba más sonriente, como si nada le importara.

Por un lado, esa actitud me molesto un poco, me hizo sentir que esa noche no había sido diferente para él cuando para mí —aunque había estado algo borracha— había sido bastante especial. Pero luego me di cuenta de que su actitud no tenía nada que ver con eso, sino que quería que ambos nos sintiéramos cómodos en el trabajo, y el recordar todo el rato sobre lo sucedido no nos hubiera dejado avanzar.

Fuimos cogiendo un poco más de confianza y comenzamos a tener bromas entre nosotros, que los demás compañeros de trabajo no entendían, pero que a nosotros nos parecían muy divertidas. También me dejó ver su lado más preocupado cuando un día en el trabajo no hacía nada más que meter la pata. La razón era que había hecho un examen parcial ese día en la universidad y no le había salido del todo bien, y estaba preocupado por cómo le irían los resultados. Cuando vio que había aprobado lo celebramos yendo a tomar unas copas, lo que hizo que recordara la noche que habíamos pasado juntos, pero Jimin no intento nada conmigo, solo bailamos y reímos.

Y, puede parecer raro, pero aunque yo había tomado la decisión de tener este tipo de relación, y aunque estaba conociéndole bastante bien, no me sentía del todo a gusto. No entendía muy bien el motivo. Todos los días me lo planteo delante del espejo, mientras me doy una ducha o antes de irme a dormir, pero no logró llegar a una conclusión.

—Eso es que te gusta —dijo Lily cuando termino de contarle mis inquietudes al llegar a casa esa noche.

—No puede gustarme.

—¿Por qué no? Es guapo, simpático, agradable y ya te has acostado con él, y por lo que me contaste lo hace de cine —me tapé la cara con la almohada de la vergüenza que me dio oír cómo me lo recordaba—. Por lo que no veo qué problema hay, y como se te ocurra decirme que es porque trabajáis juntos cojo ahora mismo unas tijeras y te aniquilo. —dijo antes de que abriera la boca.

—¿Qué hago? —pregunté resignándome a lo evidente, no podía luchar contra esa afirmación.

—Ya te lo dije una vez, déjate llevar. Busca el momento perfecto para lanzarte a sus brazos de nuevo. Provoca el cambio tu misma si quieres tener algo con él y salir de esta maldita habitad controladora que tienes.

—¿Y si él me rechaza?

—Estaría muy loco si lo hace —dijo sentándose a mi lado—. Además, hay muchos chicos ahí fuera que desearían salir con una chica como tú. Si no es Jimin será otro.

Lily tenía razón. Tenía que esforzarme para salir de mi zona de confort, me lo había propuesto y no lo había cumplido. Había llegado el momento de hacerlo o de por lo menos intentarlo. Tenía que dejar de mirar al suelo y empezar a mirar al frente, al futuro.

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¡Holaaa!
Siento mucho la tardanza con este capítulo, pero he empezado un nuevo cuatrimestre y estaba habituándome con los nuevos horarios. Voy a intentar teneros un capítulo para cada semana como mínimo (aunque hoy estoy escribiendo bastante jeje) para no tener tan abandonada la historia.
Hablando del capítulo de hoy, ¿qué os parece este cambio que ha habido en los sentimientos de ambos personajes? ¿Quién creéis que dará el paso de nuevo? ¿Será Leah capaz de una vez de dejar a un lado sus inseguridades y apostar por Jimin?
Besitoooos <3

Hold Me Tight [Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora