Capítulo 4: "Nuevo miembro"

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Al ver que cada vez se acercaba más, me decidí a encogerme de hombros, manteniendo la postura para evitar mostrar el cuello.

-¡A-Alejate! -grité, tratando de zafarme de su agarre, pero lo único que logré fue dejar mi cuello a la vista otra vez.

Se me acercó tanto que ya no pude hacer más que dar pataletas como niña pequeña, pero de un momento a otro, Yuuki me dió la espalda, mientras se daba golpecitos en la cabeza.

-¡Corre! -me gritó, mientras lloraba- perdón, Asuka. Pero no puedo controlarme más... ¡No quiero ser un asesino! yo-

¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
Se sintieron tres balazos, que prácticamente pasaron a unos centímetros de su rostro.

-¡No te le acerques a Kirishima! -escuché una voz muy grave desde afuera del baño.

-¡Akihiro! -grité saliendo del baño y corriendo hacia él muy asustada.

-Akihiro san... perdoname -se disculpó Yuuki mirando la sangre alrededor- pero yo no lo hice con mala intención, mi cuerpo reacciona solo y...

-Lo sé -le contestó el peliazul- todos tenemos una bestia interna que no podemos controlar, pero si le haces daño a Kirishima o Rumi, no voy a considerar eso en absoluto.

-A-Akihiro... -dije sorprendida a tales palabras- gracias, yo...

-Ya -dijo Akihiro muy indiferente como siempre, quitandole lo emotivo al momento- ¿Te sientes muy mal, Yuuki?

-Más o menos -contestó.

-Tienes hambre ¿no? -le pregunté a Yuuki, acercandome un poco- tal vez te puedas controlar si bebes sangre... te tengo una propuesta que podrías utilizar ¿la aceptarías?

-Depende... si debo matarlos a ustedes, no aceptaré -respondió Yuuki, secandose la sangre de la boca- tengo sed... mucha sed.

-¿Serías capaz de beber la sangre de tu padre? -le pregunté con seriedad, esperando su respuesta.

-... ¿P-Papá? -preguntó el albino, pasandose las manos por la cara realmente estresado. Y al ser tan pálido, dejando su piel pintada como si fuera un papel.

-¿Qué dices? -le insistí, notando que atrás de mi, Akihiro me miraba estupefacto- de cierta forma, solo estás matando a un Akbord que usa su cuerpo. Él ya está muerto... ¿Serías capaz, Yuuki? ¿De asesinar a un Akbord? Debe tener la sangre de tu padre adentro.

Apenas terminé de hablar, Yuuki se quedó pensando unos segundos, para luego secarse las lágrimas y caminar hacia mi, mirandome fijamente.

-¡Lo haré! -me contestó, asintiendo con la cabeza.

-Pues anda -le contesté, dandole la pasada, para luego mirar a Akihiro- ¿Sabes donde está, Akihiro?

-Si, buscalo en el living -contestó el peliazul- Rumi está ganando algo de tiempo ahora mismo. Debe de estar jugando con el Akbord probablemente...

-¡¿Eh?! ¡Haberlo dicho antes! -exclamó Yuuki, corriendo con rápidez- con permiso.

Apenas Yuuki comenzó a correr lejos, Akihiro me miró en silencio, para luego ver mi ropa llena de sangre.

-¿Q-Qué me miras tanto? -le pregunté.

-Nada -me contestó, desviando la mirada- simplemente estoy sorprendido.

-¿Sorprendido de qué? -pregunté, su cara de sorpresa es una línea recta en su boca simplemente...

-La idea que le diste, nunca lo hubiera esperado viniendo de ti.

Entre dos mundos [Resubiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora