Capítulo 43: "La pelea de Sachiko"

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Pov Sachiko:
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Al final, la fecha que tenían fijada para el nacimiento de Rumi fue errónea y lejana. Ya que cuando tenía ocho meses de embarazo, la bolsa se empezó a romper, y me desmaye en plena conversación con mis padres. No vi si ellos me agarraron o algo por el estilo, pero mi estómago era tan grande que sentía que en cualquier momento explotaría.

Cuando recuperé la conciencia, no pude abrir de inmediato los ojos, pero escuchaba las ruedas de la camilla en la que me encontraba, rodeada de doctores que me transportaban a la vez que conversaban seriamente. Al abrir los ojos escuché: "Es probable que no salga de esta" por parte de una enfermera, recibiendo de inmediato una mirada fija por parte del doctor general.

-Esta chica ha soportado muchísimo con ese pequeño en su vientre, diria que tengo fe, pero por la misma ciencia sé que estarás bien -dijo el doctor, mientras me miraba fijamente. Yo no podía hablar, solamente respondí con la mirada, mientras respiraba hondo.

De la nada, los médicos ingresaron conmigo en una sala bastante amplia. Habían muchas luces apuntándome, y antes de tiempo el doctor me dijo qu me calmara, pero a pesar de sus tranquilas palabras, no podía dejar de jadear con fuerza en la camilla. Ya no podía soportar el dolor, las lágrimas llegaron al punto de caer solas por el simple hecho de aquel insoportable sufrimiento, pero a pesar de mis enormes ganas de morir, me seguía manteniendo fuerte, afirmándome de los pilares laterales de la camilla, al principio pensé que lo hacía por la cagada que me había mandado, pero en mi cabeza solamente aparecían mis recuerdos.

Aquellos recuerdos lindos que tenía junto a mis padres, cuando yo era una chica de la que ellos estarían orgullosos. Cuando me veían como la mejor hija del mundo, e incluso cuando me acompañaban a los controles del embarazo. Todas esas cosas se me pasaron por la cabeza... Solamente pensando en Rumi...

Mientras lloraba de desesperación en la camilla, comencé a gritar, a pesar de la anestesia que me inyectaron.

Diría que mis gritos eran desesperados, como si me estuvieran apuñalando y me encontrara pidiendo socorro. Me decían que pujara, pero cuanto más lo hacía, el ardor en todo mi cuerpo aumentaba. Por alguna razón tenía muchísimo calor, me temblaban las manos mientras afirmaba las barandas a mis costados, mi frente no dejaba de sudar, y mis ojos seguían derramando incontables lágrimas. Esa fue la sensación más horrible que he sentido en mi vida, pero sentía que lo tenía bien merecido por no cuidarme, a pesar de que fue una violación, fui muy descuidada, e incluso llegué a pensar que el dolor que empecé a percibir, no era ni la mitad del que merecía... "Vamos, Rumi, todo esto es por ti" pensé, mientras pujaba totalmente concentrada.

Los doctores se me estaban acercando mucho, y de pronto sentí que estaba vacía, como si todo este tiempo hubiera llevado bolsas llenas de papas en mis brazos, fue una liberación total, no sentía mi estómago, pero sabía que estaba vacía ahora. Apenas Rumi logró salir, vi que unos doctores se lo llevaron envuelto en una toalla, mientras yo seguía ahí acostada, totalmente débil.

-Lo hiciste bien... -me sonrió uno de los doctores, a la vez que miraba como limpiaban a Rumi- Ya esta casi todo. ¿Crees tener la fuerza para tomarlo? Tu rostro está blanco... ¡eh, oye! -exclamó al ver que me cubrí la boca- Hiro, trae una bolsa, rápido.

-Tome -le dijo otro doctor, entregándome una bolsa.

Antes de recibir la bolsa en mis manos, ya había comenzado a vomitar, pero alcancé a hacerlo dentro de ella. Vomité seguidamente por más de diez segundos, eso lo daba por seguro... El médico encargado, me empezó a dar unos leves golpes en la espalda, yo estaba bastante ahogada, sentía el vómito cerca de la garganta, pero aunque suene raro, estaba realmente feliz.

-¿Qué le ha ocurrido? -preguntó una enfermera, la cual se acercó con Rumi envuelto en una manta algo gruesa.

-Ha dado más esfuerzo del que su cuerpo puede soportar -contestó el doctor, acariciando mi espalda- Se quedará unos días en el hospital, dale el mandado a sus padres. El niño también lo dejaremos, la edad de la madre puede afectarle en el crecimiento también. No tiene las defensas suficiente para salir.

Entre dos mundos [Resubiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora