8. Recuerdos.

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Espero que disfruten del capítulo. Si, sé que no hoy no sábado y que el sábado pasado no publique, pero el capítulo era algo complicado, ya para compensar mi retraso el capítulo es bien largo. _____________________________________

Sólo faltaba una semana para ir a Los Ángeles y no estaba mentalmente preparada para ir. Aún con todo este tiempo que ha pasado, los gemelos continúan llevándose como perros y gatos. Cómo antes, en el único lugar donde ellos no discutían era cuando por casualidad estábamos los tres en el mismo lugar; lo que no me gustaba de esos pequeños encuentros era que Salvador quería demostrar lo que era obvio para Ángel: nuestro noviazgo. Cuando menos lo esperaba me apretaba por la cintura o me besaba frente a su gemelo, eso me molestaba suficiente tenía Ángel con mi elección de novio. No sabía exactamente porqué se comportaba de esa manera, nunca le he dado razones para tener que desconfiar de mi amistad con su hermano, ni él tampoco, Ángel siempre me trataba con respeto y nunca ha pasado la línea de tratar algo romántico conmigo desde que salgo con Salvador.

Aunque ellos se llevaban como dos enemigos mortales, habían iniciado la pequeña empresa la cuál Ángel me había hablado. Era una empresa de Ingeniería Civil y Arquitectura, por el momento les estaba yendo muy bien, me alegraba por ellos y no sólo yo, su familia estaba muy orgullosa por ellos no sólo por crear la empresa y les estuviera yendo de maravilla, sino porque aunque han tenido un sin fin de problemas han sabido dejarlos aparte y poder llevar la empresa. Sólo les faltaban unos cuantos meses para terminar sus carreras y ya habían logrado tener un inicio muy emprendedor.

No entraba al instituto hasta dos semanas por lo que tenía un montón de tiempo libre en las tardes. Me fui caminando hasta la biblioteca para poder disfrutar de una buena lectura mientras las horas pasan y llegue el momento de irme a trabajar. Tomé el primer libro que vi en el estante de Romance y Drama y me senté en unos de los sillones. Pretendía perderme en la lectura, pero mi mente sólo vagaba en qué pasará en los siete días que estaremos en la cabaña, si en cinco minutos que estábamos los tres en el mismo sitio siempre terminaba en problemas me imagino una semana completa. Iba a concentrarme en la lectura cuando mi celular sonó.

- ¿Si?

- Hola Chiquita.

- Ángel. ¡Hola! ¿Cómo estás? - Estaba feliz de escucharlo, hace un mes que no lo escuchaba. Entre la empresa y su tesis no le dejan nada de tiempo.

- Estoy muy bien, algo cansado. Hace un momento Katy me dijo que debía llamarte. - Katherine es la mejor amiga de Ángel desde que entró en la Universidad, me contó que la conoció en unas clases de arte que comenzó a tomar para mejorar sus dibujos.

Hace un año ella había venido con él para poder conocer El Salvador, como su español no era muy bueno debía hablarle en inglés; me sentía muy bien cuando hablaba con ella, por la simple razón de poder hablar mi idioma natal. El día que llegaron pensé que era la novia de la que él me había comentado, pero al parecer Ángel no era de su tipo y ningún otro tipo, sus gustos en el romance iban por otro camino.

- ¿Y por qué te lo pidió? - Pregunté extrañada.

- Pues... Sabe que estás en una situación un tanto... Incomoda, por así decirlo. Entonces, te estoy llamando para decirte que de mi parte no habrá ningún problema. - Dijo carismático.

- Sé que en ti puedo confiar, Ángel. No sé si tu gemelo pueda comportarse, estos últimos meses ha estado dudando de cada chico que se me acerca... - De repente me callé. - Oh... Perdón Ángel, no debería de hablar estas cosas contigo.

- No te preocupes, Chiquita. Eres nueva en estas cosas y se entiende como actúas. Nos vemos el lunes en Manhattan, tengo que colgar.

Nos despedimos y colgamos.

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