3. Estaré siempre cuidando de ti...

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Presente/Bruno

Ya ha pasado toda una semana desde ese mal día que Gabriela cayó en coma, los doctores no dicen nada concreto, sólo que el día que su cerebro esté preparado y listo para sobrellevar todos los recuerdos que le están llegando de repente: despertará. No saben ni siquiera un día determinado o cuanto tiempo tardará, podrían ser días, semanas o hasta años hasta el día que ella despierte.

No puedo creer que todo lo que había logrado con Gabriela, se haya desmoronado en cinco minutos. Todo estaba bien entre nosotros más que bien de hecho, evité a sus padres a toda costa para que ellos no me reconocieran e hicieran que mi Chiquita me abandonara, traté de remediar mi estúpido error con ella esa fatídica noche, pero con sólo un error todo se arruinó. Ella calló en coma odiandome, lo había dicho frente a todos. Eso ha hecho que todo mi mundo se desmoronara, había planeado todo tan meticulosamente para que no haya margen de error para que nada fallara pero todo se vino abajo, como una avalancha.

Llené mi vaso nuevamente con un buen Bourbon y me lo bebí todo de un trago. Sé que refugiarse en el alcohol es lo mas bajo que puedo hacer (más con mi experiencia), pero... no me importa, esto me ayuda a mantenerme despierto y no volverme loco o no cometer alguna estupidez. No he querido viajar a Los Ángeles por si hay nuevas noticias de Gabriela, estoy más que seguro que su madre no me informará si su hija tiene alguna mejoría; aunque la casa en la cual me crié esté disponible para poder estar allá, me estoy quedando en un hotel que está muy cerca del hospital (así siento que puedo estar más cerca de mi Chiquita). Por otro lado, en el tiempo que me he quedado aquí la empresa no me ha tenido preocupado en lo absoluto: en lo que me necesitan solo me llaman o hacen una videoconferencia y resuelvo el problema y si requieren mi presencia en alguna construcción Seth se encarga de cubrirme y hacer todo lo posible de que no tenga que asistir.

Mi celular vibró en mi bolsillo. Lo saqué y vi en el identificador que era Seth.

- ¿Qué pasa? - Contesté con voz neutra.

- Sé que es muy tarde...

- Solo di lo que tengas decirme y ya.

- Si. - Dijo rápido. - El señor Clayther insiste que él había ordenado que la madera que se usaría en su construcción sería caoba, pero en el registro veo que tenemos pino.

- Si el registro dice pino, así es, no se puede cambiar.

- Lo sé y se lo he dicho. En el presupuesto es para pino y no caoba, pero el insiste que lo que él había ordenado era caoba.

Suspire.

- ¿Qué dice el contrato que firmó, Seth? - Llené nuevamente el vaso de Bourbon y tomé un poco.

- Madera de pino. Le he enseñado el contrato e insistió que no había dicho pino. Dijo que quería hablar contigo, personalmente. - Enfatizó el "personalmente".

- No volveré en un buen rato.

- ¿Crees que no lo sé? Se lo dije e insiste como un niño por un dulce. - Dijo enojado.

- No iré. Lo que vas a decirle es: Lo que firmado está, así se queda, si no quiere que desmantelemos la casa de dos pisos mejor que se quede callado y solo vea como va la construcción. ¿Quedo claro? - Me terminé el vaso y volví a servirme más.

- Si. - Se escuchó un suspiro largo del otro lado. - ¿Estás bebiendo?

- Voy a colgar, Seth.

- Que me cuelgues no evitará que te deje un mensaje con el sermón que tengo para ti.

Me puse de pie junto a la ventana y miré lo bien que iba el mundo y lo mal que me encontraba yo.

- Di lo que vallas a decir para poder colgar. - ¿Qué estará soñando Gabriela en estos momentos?

Amor al Descubierto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora