23. Problemas.

263 14 11
                                    

No sabía qué decir o qué hacer, Bruno llevaba un largo rato mirando las diferentes fotos que había en el sobre: sólo pude ver la que él me mostró ya que desde que me la enseñó se concentró en ver todas las demás que habían en el paquete. No lograba entender como o quienes tomaron esas fotos, ya que estábamos solos cuando eso sucedió, en el ángulo que está tomado podría decir con seguridad que vería a una persona enfrente de mi. En ese lugar debió de haber alguna cámara escondida, es la única explicación que se me ocurre, ya que en ese lugar lo que hay es un estante con los libros de arquitectura que me sirven para verificar las cosas que se me olvidan.

Me sobresalté cuando Bruno se puso de pie de repente y arrojó con fuerza todas las fotos que antes sostenía con tanta fuerza, para sólo quedarse con un pedazo de papel en las manos. No me miraba a mi, su atención estaba siendo tomada por ese papel que agarraba con tanta fuerza. Me estaba asustando, no sé lo que está pensando y no sé lo que podría llegar hacer con esto, con sólo ver las fotos y sin tener ninguna explicación de mi parte a su cabeza podrían llegar un montón de ideas raras y lo peor es que estoy segura que uno de los pensamientos que ahora está teniendo es que yo lo traicioné en el primer momento que me dejó sola.

Caminé lentamente hacia él, para poder explicarle lo que en realidad pasó ese día, decirle que no era nada de lo que estaba pensando, porque yo ni en mi peor momento le causaría un daño de esa manera al hombre que ha estado a mi lado todo este tiempo. Levantó la vista del papel y me miró fijamente con confusión e ira, con lentitud le dio la vuelta al trozo blanco que tenía en sus manos y me lo mostró y pude leer lo que decía en este: Uno nunca termina de conocer a las personas. ¿Verdad, Bruno? En el primer  momento que te vas de viaje ¨tú novia¨ se anda revolcando con otros. Que mal de su parte. Abrí los ojos y me tapé la boca con mis manos por la sorpresa, ¡Dios mío! pero, ¿por qué Malcom haría una cosa así? Y ni siquiera era con su letra que estaba escrita, ese mensaje había sido escrito a computadora para que no se supiera quien la escribió, pero sé muy bien que el único que sabía de esto, era él.

- B... Bruno, puedo explicarte. - Dije quitando de sus manos el papel.

- ¿Qué me vas a explicar, Gabriela? - Susurró con rabia.

- Lo que pasó ese día. Créeme, no es nada de lo que estás pensando.

- No creo que haya mucho que explicar, esas fotos dicen mucho. - Inquirió casi inaudible, mientras se agachaba a buscar varias fotos de las que estaban en el suelo. - Mira esta, por ejemplo, se explica por si sola. - Cuando me la dio se me llenaron los ojos de lágrimas. Estaba segura que esta foto fue tomada cuando estaba dormida, ya que se notaba que era de noche, y que Malcom me besaba en una posición en la que parecía que parecía que yo estaba abrazándolo y besándolo con pasión cuando lo único que hacía era dormir profundamente, sin saber lo que pasaba a mi alrededor.

- Esta prueba perfectamente lo que quiero explicar.

El rostro de Bruno reflejó la confusión misma en un segundo, pero al otro volvió a la ira que le estaba consumiendo poco a poco por estas fotos que estaban arruinando nuestra reciente relación. La furia que se notaba en sus ojos me demostraban perfectamente que no tiene intenciones de escuchar lo que sea que vaya a decirle. Y como si fueran dos personas distintas en un solo cuerpo, la rabia de Bruno se esfumó y sus ojos se vieron empañados por las lágrimas que amenazaban por salir, me miró tan profundamente que sentía que podía mirar mi alma.

- ¿Acaso hiciste esto por venganza? - Su voz se quebraba más con cada palabra que decía. - Por lo que te hice en la cabaña... ¿volviste conmigo sólo para lastimarme como yo lo hice contigo? - Se dio la vuelta y caminó lentamente sin rumbo, quitándose el gorro que llevaba puesto.

- ¡Dios! Claro que no. - Me apresuré a decir y rápidamente me acerqué a él abrazándolo por la espalda. - Regresé contigo porque Te Amo más de lo que pudieras llegar a pensar o imaginar... pensé en que dejáramos el pasado atrás y olvidarnos de lo que pasó esa noche en la cabaña, sin embargo veo que tu no lo superarás hasta que hablemos de eso y lo haremos. - Suspiré. - Pero, lo importante  ahora es que resolvamos este malentendido.

Amor al Descubierto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora