26. Cerrando ciclos.

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Agradecería mucho que me dijeran en los comentarios que les parece este capítulo y el libro en si.

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Lo que al principio pareció un simple accidente de espuma en los ojos, se convirtió en un fuerte dolor de cabeza para Bruno, tuvo que decirle a James que fuera a la farmacia para que trajera gotas para los ojos ya que el ardor que me comenzó luego de una hora fue insoportable, pero por suerte el susto de mi novio más que el mío se disipó cuando le dije que las gotas estaban haciendo efecto, además que él mismo estaba viendo los resultado cuando mis ojos fueron poco a poco recuperando su color de origen.

Cuando comencé a ver un poco mejor al mirarme en el espejo pude ver que mis parpados estaban muy hinchados y rojos, parecía como si dos avispas me hubiesen picado en cada parpado para hacerme alguna maldad. Bruno se dio cuenta cuando me fui al baño para verme y él notó la reacción que tuve cuando vi mis ojos y en los de él pude ver culpa, por lo que me acerqué a él y le di un sonoro beso que describiera lo feliz que me sentía de estar con él a pesar de los percances que pudiéramos llegar a tener.

Él continuó poniéndome los pañuelos húmedos de agua fría en los parpados y así fue bajando la hinchazón más rápido de lo que pensé. Siempre digo que de todo lo malo sale algo bueno aunque sea lo más pequeño, porque no puedo describir lo bien que se siente que un hombre con el tacto tan suave te esté acariciando los ojos con un pañuelo frío.

- ¿Ahora podríamos hablar? – Le pregunté cuando puso el pañuelo en la mesa de noche.

- De... - Susurró sabiendo exactamente de lo que quería hablar.

- Sí. – Dije firme. – Quiero cerrar ese capítulo de nuestras vidas para siempre.

- Me parece bien. – Inquirió inseguro.

Estábamos en la cama, yo acostada apoyando la cabeza en sus piernas. Me senté cruzándome de piernas para quedar frente a él, Bruno hizo lo mismo, cerró los ojos fuerte y aspiró mucho aire para luego abrir los ojos y mirarme con paciencia y algo de pánico mal disimulado. Podía notar que era un tema que lo atormentaba mucho, pero para poder cerrar ese ciclo de nuestras vidas debemos hablarlo y seguir adelante, algo que Bruno no ha querido hacer por miedo a hacerlo nuevamente.

- Recuerdo que esa noche estabas muy ebrio, tanto que cuando hablabas tu voz se escuchaba muy áspera y a penas te podía entender. – Dije con lentitud viendo la reacción que pudiera llegar a tener. – Me fui a caminar a la playa dejándote con tu hermano gemelo. Cuando volví unas horas más tarde, Bryan me dejó una nota diciéndome que se fue a comprarte comida ya que estabas muy mal... algo que pude darme cuenta cuando te vi en mi habitación.

» Al verte revisando mi ropa interior me sorprendí y me ofendí mucho por lo que te pedí que dejaras de hacerlo, pero en vez de dejar de hacerlo te pusiste como ya sabes, e intestaste hacerme todo lo que también ya sabes.

Dejé de hablar viendo que a él le estaba afectando mucho más de lo que pensé las palabras que le estaba diciendo. Escuchaba como su respiración se estaba agitando y su mirada era la de un hombre que lo estaba consumiendo la culpa por todo lo que hizo, aunque a mí me está doliendo sobremanera estar abriendo esas heridas que tanto le duelen a mi novio, pero lo hago para que en el futuro ya no sea un problema.

- Quiero saber lo que pensabas cuando lo estabas haciendo. – Dije tomándolo de la mano.

Cerró los ojos por un instante y los volvió abrir. Apretó mi mano para que me sintiera mejor por estar hablando de lo que más le ha dolido hacerme en este mundo: lastimarme.

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