Tomás.

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Luego de hablar un poco por aquella página, y darme cuenta que no era ninguna clase de violador y que me caía bien, acepte pasarle mi celular. Agregue su número y me apresuré a ver su foto; no era de esos chicos con físicos extremadamente bien formados, o de esos que tienen sus ojos claros y cabellos perfectamente peinados hacia atrás. Era alguien real y normal, con sus ojos castaños y cabello oscuro. Olvidándome de mi promesa de que le hable cuando lo agregue, le escribí un "Holaaa de nuevo!" a lo que él respondió: "Ah pero sos linda eh...".

Me preguntó si tenía hermanos, a lo que conteste que sí; él tenía dos, mellizos, Brunella y Rocco. Hablamos sobre nuestros colores favoritos, los cuales no coincidían, como muchas otras cosas (gustos de helados, deportes, música, asignaturas, carreras, hobbys). Me contó que quiere seguir medicina, yo le respondí que me gustaría seguir letras, o diseño publicitario.

- ¿Vamos Julieta?- me dijo mi madre entrando desde el patio mientras se ponía el abrigo sin esperar mi aprobación de si quería irme.- tus hermanos están muy cansado...- siempre ponía la misma excusa.

- Vamos.- me levanté del sillón y le escribí a Tomás:

Yo: AL FIN ME VOYYY!! Te hablo cuando llegue, mi 3G no anda muy bien

A lo que él respondió:

Tomás: Dale, trato, no prometo nada si me quedo dormido

A lo que yo respondí:

Yo: No te vas a quedar dormido, es más no vas a notar que no te hablé

Quería llegar lo más rápido posible, quería seguir hablando con él. Los semáforos no nos detuvieron mucho tiempo, y el viaje pareció muchísimo más corto. Mi Wifi se conectó a penas baje del auto. Tenía dos mensajes suyos.

Tomás: Julietaaaaaaa

Me estoy quedando dormidooooooooo

Yo: Ya estaaa, ya llegue!!!

Tomás: Al fin, ya se me cerraban los ojos

Contestó después de unos minutos.

Ese día hablamos hasta horas inexactas de la madrugada, riéndonos de tonteras y contándonos cosas. Empezando así, una amistad.

Al día siguiente seguimos hablando, nunca temas importantes, simplemente los que nos pasaba ese día, lo que comíamos o si nos juntábamos con nuestros amigos. Le conté que esa semana tenía una fiesta, de un viejo amigo, se interesó en lo que me iba a poner , lo que todavía no sabía, porque, no era "normal", como las demás chicas, que buscan lo que se van a poner dos meses antes.

Los días pasaban, y no había alguno en el que no nos habláramos. Amigos por internet.

Mis amigas, no sabían de él, no iban a entender. Pero había alguien que sí, alguien que tenía amigos por internet, Iara. No éramos grandes amigas, pero era alguien con la que podía hablar, sin ser criticada.

Le conté, simplemente porque debía compartirlo con alguien, no podía mantenerlo como un secreto.

Para ese momento, Tomás, era una persona que necesitaba que lo conociera todo el mundo.

......

Tomás: Y ¿ya sabes que te vas a poner o vas a esperar a una hora antes de irte?

Mi celular sonó debajo de una de las tantas montañas enormes de ropa que había sobre mi cama.

Yo: Interrumpiste mi momento de niña desesperada por ropa.

¿?&JulietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora