Digamos que ese viernes 7 de Marzo, los buenos sueños duraron poco. Esa noche, habré dormido unas 4 horas, los nervios me consumían. Mil veces me levanté para ir al baño y a tomar agua. Nunca había sentido tanta inquietud, tanta exaltes en una noche previa a algo tan normal como conocer a un chico.
Logré conciliar el sueño a las cinco de la mañana. Me imaginaba las ojeras que iba a tener y de un segundo a otro me vi con colmillos y los ojos inyectados de sangre como una neófita.
Sonó la alarma a eso de las doce del mediodía. Me bañé y fui a buscar las sobras del desayuno, comí algo –casi nada-, mis padres, inusualmente preparaban esta clase de desayunos abundantes con panceta, huevos, tostadas, panqueques, jugo, café y cereales.
Cuando me senté los dos estaban mirándome con esa sonrisa de padres orgullosos. Levanté la vista y los dos, automáticamente, volvieron la vista al televisor y al diario.
- ¿Creen que soy tonta?
- ¿Por qué?
- Me sirvo jugo y me miran sonriendo, levanto la vista y siguen haciendo lo suyo... Duh- y me fui.
Todo el mundo estaba feliz, literalmente, era como esas películas de duendes y animales fantásticos en un bosque encantado, cantando y todas esas cosas. Podría jurar que hasta el sol estaba sonriendo.
Ami: Ay Shuuuuuuuuuuuu, en horas lo vessss
Rosi: Después nos contas toodoo
Sol: Ojo Shu...
Plo: Y nos contas como besa ;) ;)
Yo: J J J, lloro felicidad, cualquier cosa WOW, la llamo a alguna después, no se preocupen. Plo sos como la enésima persona que dice eso, yo voy a contestar exactamente lo mismo que respondí: No va a pasar nada, solo somos amigos
Pero bien que te encantaría ehh.
Rosi: No hables por adelantado...
Ami: Qué te vas a poner?
Yo: Ropa...
Naicol: Wow, que buena respuesta
Camu: Mandanos foto
Yo: Cuando sepa lo que me voy a poner, les mando
Valen: Ya salgo!!!! J
Empecé a sacar remeras de mi placard que nunca había visto.
Encontré unos pantalones azules que nunca en mi vida los había usado.
¡Gracias Estados Unidos por tener verdaderas liquidaciones!
Valen entró a mi cuarto, y me preguntó cómo iba, viéndome debajo de mil doscientas cuarenta y dos remeras y pantalones. Y me puse a llorar como una fiel respuesta a su pregunta. Entre lágrimas le decía que no iba a llegar, que en una hora teníamos que estar allá y yo estaba sin cambiarme, que nada me quedaba bien y muchas cosas más que me degradaban a mi misma.
- Basta Shu, no llores...
Y ahí subió mamá.
- ¿Qué pasa?
- No sabe que ponerse. - respondió por mi Valen, mientras me tiraba a mi cama y me tapaba la cara.
- ¡No tengo nada! ¡No me queda nada bien!- y así por diez minutos.
Me mandaron a lavarme la cara y cuando llegue habían armado mil conjuntos diferentes. Entre taurinas se entienden y complotan.
Me probé los mil en, como mucho quince minutos. Fue lo más parecido a un desfile que tuve en mi vida.
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¿?&Julieta
Romance¿Por qué siempre es el chico el que se enamora y la chica la que le rompe el corazón? ¿Por qué no al revés? ¿Es que sólo las chicas pueden romper corazones e irse con otros? Soy Julieta, y estoy harta de estas típicas historia de amor, por eso voy...