El bello durmiente.

11 1 0
                                    

Febrero se estaba pasando rápidamente, casi volando, Tomás había vuelto hace tres días de sus vacaciones, mi papá terminó yendo solo a Mar del Plata, por miedo a que pasase algo.

A penas Tomás llegó a su casa comenzó a trabajar en la marroquinería con su padre.

El calor era hastiante, terrible, cada persona del barrio espera esa famosa ráfaga de viento que nunca llegaba, o una pequeña llovizna de cinco minutos. Las únicas gotitas que se podían ver, eran las del sudor que nos resbalaban a todos por la frente.

Esa alta temperatura de verano no me permitía dormir, sentirme pegoteada era lo peor que me podía pasar. Me bañé y me preparé el desayuno. La casa se encontrada sumergida en un silencio esplendido y tranquilizante. No tarde mucho en aburrirme, eran las nueve de la mañana, lo que hizo que mi cerebro reaccione inmediatamente diciéndome:

Olvidate, muy temprano para mi funcionamiento, a la cama de nuevo.

Apagué todo, obedeciendo al jefe y me volví a acostar. Más de media hora no pude dormir, pero Tomás apareció al rescate.

Tomás: Qué haces despierta tan temprano??

Yo: El calor me impide dormir, vos?

Tomás: Me toca trabajar y no tengo ganas de levantarme.

Yo: u.u

Tomás: Mi papá acaba de venir y me dijo: qué haces ahí acostado? Dale bello durmiente

Yo: Bello durmiente jajajajajajaj

Daa, tu papá no sabe nada, no te podes levantar sin que te den el beso de amor verdadero

Tomás: Es verdad... ajajjaja

Tu culpa

Yo: MI CULPA?!?!?

Tomás: Sip

Esperame, ya voy a despertate mi bello durmiente.

Yo: Ni me levante yo, y queres que te vaya a besar? EL COLMOOO, esperame acostado hasta las dos

Tomás: jajjajajajjjaja

No te mato porque soy educada. Y no me voy corriendo a tu casa porque no tengo mi fiel corcel, o un auto.

.....

Hablamos todo el día y llegada la noche comenzamos a angustiarnos con que en una semana comenzaríamos las clases, hablamos de nuestros compañeros, y la poca gana que tenía de verle las caras a los mios, él, todo lo contrario, se sentía curioso, porque al cambiarse de colegio, no tenía ni idea de quienes iban a ser sus futuros amigos, o enemigos.

Tomás: Te diste cuenta que se están terminando las vacaciones y no nos vimos nunca?

Yo: Sep

Tomás: El finde que viene es el último...

Yo: Sep...

Tomás: No trabajo...

Yo: Yo tampoco...

Tomás: Salimos...??

Yo: Por mi no hay problema... Te voy a poder dar tu regalo de navidad...

Tomás: No se te ocurra. Si no me veo obligado a regalarte algo.

Yo: No te veas obligado a nada, es mi regalo de navidad para vos y fin.

Tomás: Tonta.

Yo: Te confundiste, yo soy rarita y vos tonto, tonto.


¿?&JulietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora