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Nahuel.

Todo venía en perfecto estado hasta que un día Nahuel volvió a aparecer.

Nahuel era un chico (también de internet) que había conocido por un grupo de gente que usaba tumblr (AUTM: Asociación de Unicornios en Territorio Muggle). Era un año más chico que yo, pero tanto a mi como muchas chicas nos parecía lindo y tierno.

Pasábamos todos los días hablándonos por los mensajes privados de facebook, se puede decir que fue el primer chico que me trataba de esa forma "especial", pero yo no me daba cuenta.

Todas las noches videollamadas, solo porque estábamos aburridos, no por nada en específico, simplemente no queríamos estar solos. Casamientos imaginarios, dibujos y cartas nunca entregadas, mensajes que en esos momentos no significaban nada.

Un día, así sin más, nos dejamos de hablar, no sé el por qué y lo sigo sin saber. Y fue allí cuando me di cuenta que estaba "enamorada" de él, de que su carencia me hacía mal, que se había vuelto parte de mi rutina diaria. De que realmente lo necesitaba.

Releía nuestras conversaciones llorando, pensando que había hecho para que dejase de hablarme.

Mi cabeza y corazón fueron cediendo con el paso del tiempo y ayuda de las chicas, pudiendo razonar que ya fue, que era pasado y no debía llorar.

Ahora era Tomás el que ocupaba el lugar de Nahuel.

Nahuel: Hola(?

Y esa simple palabra logró provocar mil y un sentimientos. Desesperada, conteste:

Yo: Nahuellllllllllllll! Hola, hace mil años que no hablamos, como estas??

Nahuel: Bien vos?

Yo: Todo bien

La conversación llego hasta la instancia del "¿qué hacías?" y nada más. Pero ese nada más produjo que me mezclara todo lo que tenía.

¿Realmente estaba enamorada de Tomás? ¿O era solo para olvidar las conversaciones con Nahuel?

Mi cabeza era una terrible mezcolanza de nombres, conversaciones y futuros que nunca existirían.

Y justo, en ese momento, Tomás escribió:

Tomás: Salimos el sábado??? Dale que siiiiiiiii

Y esta vez respondí con un tal vez si.

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