Desastre tras desastre.

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Se había hecho algo difícil "ser como antes" con Tomás. Desde mi fracaso en lanzarme, él me seguía tratando igual ¿¡CÓMO PODÍA!?

No sé, no sé y no sé.

Magia quizás...

Pero bueno, lo quería, y si debía quererlo solo como amigo, así debía ser, aunque sea más difícil que estornudar con los ojos abiertos. No lo quería perder.

Seis de octubre.

La mayor parte del tiempo nos pasábamos hablado de películas, libros y series:

Yo: Quiero que salga la película de Eleanor y Park!!!!

Tomás: Odio ese libroooooooo!!!!

Yo: Lo odias porque no terminó con un final feliz

Tomás: No, lo odio porque terminó con un final abierto

No puedo explicarles las miles de cosas y finales que se me pasaron por la cabeza.

Voces conocidas decían:

Escribile un epilogo de Eleanor y Park a Tomásssssssssssss

Y se iluminó, por arte de magia, una hoja en blanco y un lápiz que tenía sobre mi escritorio. La imagen de Rainbow Rowell apareció señalando y temblando.

- Que la fuerza te acompañé- y se esfumó.

Eso hubiera estado bueno. Pero no pasó nada de esas cosas sobrenaturales.

Yo: Te voy a escribir un epilogo.

No recuerdo la contestación a eso, pero puedo asegurarles que fue algo así:

Tomás: No, no hagas eso

Yo: Lo voy a hacer

Tomás: No

Yo: Cuando te hice caso?

Tomás: Nunca...

Yo: Ahí tenes mi respuesta

Notificación.

Marco: Bueno, para que sepan el martes 21 cumplo años y lo voy a festejar el viernes 24. Espero pasarlo de la mejor manera como el año pasado....

Blablablá dirección blablablá no traigan alcohol blablablá los espero.

¿Qué fue lo primero que hice? Ver quien estaba invitado.

Gente que conocía.

Gente que no me importaba.

Gente que no conocía.

Tomás.

Agustina Rota.

Felicidad.

Odio.

Terminé vomitando.

Agustina Rota se había ganado mi odio por jugar con los sentimientos de Tomás. Y bueno, porque era la mina a la que le daba pelota. Pero principalmente por haber jugado con sus sentimientos. Con eso me bastaba para dedicarle mi profundo odio.

No solo yo la odiaba, sino que hice que todos mis amigos la odiaran. Con las chicas era costumbre juntarse y revisar sus redes sociales.

Rosi llegó a escribir una historia con su apellido (la mayoría de las palabras incluían la palabra rota)

- Pipillo el conejillo ROTAtivo va a ser furor en las librerías.- Rosi estaba convencida de que iba a ser un gran éxito.

Valen la apodo A, por si las dudas.

¿?&JulietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora