El mundo es un pañuelo.

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Siempre critiqué a mi memoria por las malas pasadas que me jugaba. Pero esta vez no era culpa de ella.

La vida de una stalker es bastante complicada. Siempre debemos mantenernos en secreto (sin haber cursado espionaje en la facultad) y tener el máximo cuidado de que no se nos escape ningún "me gusta" o sinónimos.

Como era de costumbre me encontraba stalkeandolo en su cuenta de twitter, y como me sabía sus tweets de memoria pasé a los Favoritos y a guidores que compartíamos.

Ami, Rosi, Plo, Valen, Lucas, Sofi, Marco.

Marco

¿Marco?

¡MARCO!

Yo: Te puedo preguntar algo?

Tomás: Sep.

Yo: Conoces a Marco?

Tomás: Marco?

Yo: Siii, Marco, iba conmigo al colegio

Tomás: No... Ni idea

Yo: Tonto, fíjate, lo seguís, Marco.

Tomás: Ahhhhhhhh siiiii Marcoco!!

¿Marcoco?

Tomás: Si, es compañero mio, de curso.

Yo: Decime que me estas jodiendo

Tomás: Te juro por la garrita que no

Yo: Era amigo mio, bah, es...

Y empezamos a "fangirlear" de que quizás nos encontraríamos de vez en cuando en alguna de sus reuniones, o cosas parecidas. Estábamos felices, quizás por el hecho de que nos hayamos conocido por internet y tener a alguien en común nos hacía mucho más reales.

................

El fin de semana del 3 de mayo tenía la fiesta de quince años de una compañera del curso, y al mismo tiempo, Rosi tenía el concierto de su vida.

One Direction se presenta en Argentina por primera vez con las dos fechas agotadas.

Ese día me mantuve toda la recepción cerca de Valen, Sol y Coti, Rosi llegaría después. Nos asignaron mesas ¿Con quién estaba? La mayoría compañeros de primaria, no voy a nombrar a cada uno, solo a Marco.

Y, tenerlo ahí generó duda e inquietud, solamente para confirmar si de verdad eran compañeros él y Tomás.

Tomás: Y cómo va el quince?

Yo: Bien, ya estamos sentados. Comparto mesa con Marco

Tomás: Mandale un saludo de mi parte!!

- Marco...- y justo estaba por empezar a comer su plato de ravioles- Tomás te manda un saludo.

Me miro con extrañeza, sin saber de quién estaba hablando.

- ¿Tomás? ¿Tomás qué? ¿Caru? Uhh, déjame hablarle.- se lo di.

En ese momento Rosi entró, toda llorosa y despeinada, pero con una alegría que se notaba a varios metros de distancia. Se sentó y comenzó a hablar del concierto mientras se le escapaban algunas lagrimitas.

- Estuve a centímetros de ellos, fue increíble.

- Que lindo, Ed nunca va a venir, y si viene voy a tener como unos noventa...

- Eu Shu...- Marco me estaba devolviendo el celular- ¿de dónde lo conoces a Caru?

Oops.

Rosi me miró y respondió por mi.

- Internet y casualidades de la vida.

- Pero... ¿Son algo?- el tono de Marco ya era más que curioso.

- No, sólo amigos

- ¡Que no! ¡Mentirosa!- Valen había saltado de la nada.

- Bueno, vos quédate tranquila que te lo cuido.

La sonrisa de estúpida se había apropiado de mi cara.

Empezó una ronda de baile, pero tanto Rosi como Valen y yo, no teníamos ni un miligramo de ganas de bailar. Rosi nos contó sus hazañas en el concierto, pero terminamos todas dormidas.

Cada una con un sueño diferente. Quizás Rosi soñaba con el concierto. Quizás Valen soñaba que al fin formaba una banda. Quizás yo soñaba que Tomás y yo éramos algo.

No.

Quizás no.

Aseguro que soñaba eso.


¿?&JulietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora