Roto y Rota.

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Catorce de agosto.

El catorce de agosto fue el día que me rompieron el corazón completamente.

Nos juntamos en la casa de Ami a comer, para poder debatir bien el tema. El problema es que yo no quería hablar, ni escuchar sobre eso.

- Basta Julieta- dijo Rocío tratando de pensar en lo que iban a escribir.

Todas comenzaron a tirar ideas, tomando mi opinión de vez en cuando.

No les gustaba verme mal, así que optaron –por mi- a contarle a Tomás lo que me pasaba:


Tomás, como vos me contaste lo que te estaba pasando con Agustina, yo necesito contarte lo que me pasa a mi.

Hace un tiempo te estoy ocultando algo y no puedo aguantármelo más, porque me está haciendo mal...

La verdad no sé cómo decirlo, pero me di cuenta que me pasan cosas con vos, y la verdad que me da miedo que cambie tu trato hacia mi.

No quiero que si vos no sentís lo mismo por mi, me dejes de contar cosas sobre Agustina y todo eso porque me encanta ayudarte. Bueno nada, me gustaría saber que pensas.


- ¿Lo mando?- preguntó Rosi.

Todas asintieron.

Antes de que lo pudieran mandar corrí hacia el baño. Quería estar lo más lejos de esa respuesta.

Aterrada de la posible reacción de las chicas con la respuesta, y de la posible reacción de Tomás con el mensaje supuestamente enviado por mi.

Cuchicheaban y debatían, mientras que a mi se me escapaban lágrimas y trataba de no escuchar.

- ¡Shu, ya podes salir!

Me lavé la cara y traté aparentar estar normal.

Ninguna dijo nada, me devolvieron el celular y hablamos tranquilas, dejándome a mi decidir si leer la conversación o no.

Una vez ya en mi casa, me encerré en mi cuarto y comencé a leer.

Tomás: Me sorprendiste.

Wow

Sos una re piba, me encanta hablar con vos y todo, creo que sos una de las pocas personas que entraron tanto en mi y no me lo esperaba sinceramente.

Yo: Qué me queres decir con eso?

Tomás: Sabes que uno de mis mayores miedos es el cambio, y me gustaría que no cambie nada. Espero que esto no influya en nuestro trato.

Yo: Vos pensas que puede pasar algo entre nosotros dos?

Tomás: Emm no sé, ahora no creo

Disculpa

Yo: Todo bien, pero vos no le tenes miedo al cambio, porque si no no querrías cambiar con Agustina...

Tomás: Es que no quiero cambiar con ella. Lo que quiero es que todo vuelva a ser como era antes. Ella cambió.

Yo: Vos estuviste con ella?

Tomás: No, no somos ni fuimos nada

Yo: Siempre la viste del modo que la ves ahora?

Tomás: No, tampoco. Ahora la veo diferente a la primera vez

Yo: Ves, es imposible no cambiar

Tomás: Es imposible no cambiar, pero hay cosas que me gustaría que queden donde están, entendes?

Yo: Y a mi? Me viste siempre igual?

Tomás: No, no te vi siempre igual

Otra vez estaba llorando.

Pero te veía diferente, te voy a ser sincero: No te voy a negar que me agarraba esa cosa cuando me hablabas.

Yo: Y qué es lo que cambió

Tomás: No sé, solo que algo cambio

Yo: Es por ella?

Tomás: No sé no te lo podría decir, tal vez si

Yo: Bueno, si cambias de idea quiero que sepas que siempre voy a estar

Traté de respirar pausadamente, tratando de tranquilizarme.

Tomás: Como estas?

No me quedaban fuerzas para contestarle.

Yo: La estoy pasando bomba! Vos?

Tomás: Y... No la estoy pasando tan bien. Te puedo pedir un favor?

Yo: Sip

Tomás: No te pongas mal en serio, ya sé que es difícil y todo, pero te pido que no te pongas mal, lo que menos quiero es que te pongas mal

Pero pedía lo imposible. 

¿?&JulietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora