Sonrisas y risas.

7 1 0
                                    


- ¡¡Feliz cumpleaños Cotiiii!!

Primero de marzo, al otro día Coti festejaba sus quince. Último quince de PHP, lo que significaba que estábamos todas obligadas a ir hermosas y pasarla de, mínimo, dieciocho.

Para esta gran y final evento, me vi obligada a comprarme un vestido.

Lo cual me irrito muchísimo.

Comencé a hacer las cosas temprano, me bañé y peine, pero cuando me puse el vestido –que según mi mamá, me quedaba precioso- sentía que en cualquier momento iba a hacer topless. Por poco no lloro.

Tomás: Y? Ya te vestiste?

Yo: Estoy por ponerme a llorar

Tomás: Contame el por qué ya.

Yo: Me queda horrible el vestido.

Tomás: Shhh, a mi me gusta cómo te queda.

Yo: No me ves, no sabes si te gusta o no...

Tomás: Segura???

Yo: Si

Tomás: Tenes razón, pero te queda bien, porque lo digo yo.

Yo: Jjajajjajaja, está bien, decilo

Tomás: Te queda bien. Okay?

Yo: Okay.

Y esas cosas tontas me sacaban una sonrisa.

Llegamos al salón con toda mi familia, ellos se fueron por su parte y yo me quede con las chicas. Cuando las puertas del salón principal se abrieron, con Sol fuimos corriendo hacia la mesa principal, que era en la cual nos había ubicado Coti. Pusieron el video cronológico y las dos lloramos. Nosotras si nos tomamos en serio lo de disfrutar la fiesta al mil.

Reímos y bailamos, y algunas comieron a más no poder.

- ¿Alguna me acompaña al baño?- la vejiga de Camu, no aguantaba más.

- Yo voy- me ofrecí y conmigo también vino Ami.

Yo también aproveché para hacer mis necesidades, pero hubo un mal inconveniente.

Cuando entre al baño, las puestas de los inodoros eran bastante raras. La cerré, como pude, pero cuando trate de salir, la puerta se había quedado trabada.

- ¡Camu! ¡Ami!

No me contestaba nadie, se habían ido y yo encerada en el baño.

- ¿Alguien? ¿hay alguien en el baño?

Y así como unos cinco minutos. Encerrada en un cubículo.

Maldiciendo en voz baja, una familiar de Coti me escuchó.

- ¿Te quedaste encerrada?

- Si, estoy acá hace como diez minutos.

Me abrió y le agradecí por su amabilidad. Me dirigí hacia la mesa.

- ¿Dónde estabas Shu?- preguntó Rosi viéndome llegar.

- Me quede encerrada en el baño.

Y todas se empezaron a reír, y cuando digo a reír, me refiero a que se pusieron rojas y las lágrimas les caían de tanto carcajear. Era lindo verlas a todas riendo...

Yo: Me quede encerrada en el baño.

Tomás: JAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJJA

Hubiera sido lindo verlo reír a él...

¿?&JulietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora