Capítulo 41: Miedo

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*Dos semanas después*

{Ainoa} 21:56

Hace ya un par de semanas del entierro de mi hermano, la verdad es que estoy cumpliendo la promesa que le hice aunque me cuesta mucho, y ahora que tengo más tiempo libre se me hace todavía más difícil, eso se debe a que Blas, Daniel y Salva han hecho un complot para que deje de trabajar, sobre todo el último. Me está viniendo bien esto de estar en paro, estoy recuperando las buenas costumbres como ir al gimnasio, salir a correr e incluso he vuelto a hacer parkour.

Total, que hoy después de un largo día fuera de casa vuelvo de gimnasio pensando en que voy a cenar, pero con mi monótona indecisión, llego a la puerta del piso y todavía no me he decidido.

Abro la puerta, el apartamento se encuentra totalmente a oscuras, suelto la bolsa del gimnasio en el suelo de la entrada y antes de dar la luz cierro totalmente la puerta de la entrada, dejándolo todo sumido en la tiniebla. Dirijo mi mano a ciegas por la pared en busca del interruptor de la luz, pero cuando creo encontrarlo, en lugar de palpar el rígido plástico de este, toco una mano, sí, una mano. Mi corazón late tan fuerte que lo puedo oír en el silencio y mi cuerpo se paraliza. Estoy aterrorizada, no hay nadie en casa Dani está de firma en Zaragoza y Salva me dijo que se iba a gravar un corto a Segovia. Mi mano temblorosa repite el mismo camino hacia el interruptor de la luz y esta tras pulsarlo se enciende sin que ninguna extremidad humana se haya interpuesto en mi camino.

Lo primero que hago tras ver que a mi alrededor no hay nadie es mirar el la cocina, pues la puerta de esta está al lado de la clavija de la luz, pero no veo a nadie. Lo único que pienso es que me he debido equivocar y habré rozado algo, o me habrá parecido tocar algo. Prefiero no pensar en ello, asique decido que lo mejor es darme un baño relajante y desconectar.

Voy al baño y pongo a llenar la bañera mientras voy a mi habitación a por una toalla. Regreso al baño y tras desnudarme me meto en la bañera. Cuando llevo unos veinte minutos de baño, suena un ruido, como si algo de cristal se hubiera caído y por lo tanto roto.

Con un poco de miedo, salgo del baño envuelta en una toalla. Miro en el salón, esta todo bien, pero en la entrada descubro algo en el suelo, es una foto de Dani, Salva y yo en la que los dos salen dándome un beso y yo poniendo morritos, la recojo y cuando la dejo sobre el mueble me doy cuenta de que el cristal está roto, tiene una raja que lo atraviesa de arriba a bajo justo por el centro de la foto, es decir, por donde salgo yo. Mi corazón vuelve a latir muy deprisa, no se que hacer, estoy sola y tengo miedo, si llamo a Salva o a Dani los dos son capaces de plantarse aquí, pero tampoco es plan de molestarles, asique se me ocurre un idea, cojo mi teléfono, el cual ya tiene la pantalla perfectamente, y le mando un WhatsApp preguntándole si le apetece venir a casa a tomarse algo conmigo, a lo que el casi instantáneamente responde que en cuarenta y cinco minutos está aquí.

Regreso al baño y quito el tapón de la bañera para que se vaya vaciando mientras yo me visto y recojo un poco hasta que finalmente llega Mario:

Yo : Hola Jefferson-. Intento sonar animada.

Mario : Hola rubia-. Me saluda pasa al salón.

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Al fin me decido por irme a la cama ya que es tarde y no hay nada en la tele. Me dirijo a mi habitación a oscuras por el pasillo mientras contesto un WhatsApp de Salva que me pregunta que qué tal estoy.

Justo estoy parada en mitad del pasillo cuando noto una presencia detrás de mí, me quedo quieta, mi móvil se bloquea al pasar unos segundos sin tocar la pantalla, quedándome totalmente a oscuras, le hecho valor (y lo que no es valor) y me doy la vuelta con los ojos cerrados, le toco, es un chico de mediana estatura, con el torso marcado, me recuerda a mi hermano Aaron, ¿de verdad estoy pensando que puede ser un fantasma? ¿En concreto el fantasma de mi hermano?, venga ya lo que me faltaba, ser médium. Pero no, este chico esta vivo noto como late su corazón y puedo oír su respiración, me acerco más a él, huele a Salva, pero la duda se confirma cuando aún en la oscuridad acaricio su cara.

Salva : Creo que te debo una explicación-. Dice y tras eso enciende la luz. Me doy la vuelta y sigo el camino a mi habitación-. Por favor no te enfades, te juro que lo he hecho por ti-. Le agarro de la mano y tiro de él hasta mi habitación, y una vez allí hago que se siente en mi cama.

Yo : Habla-. Digo bastante borde.

Salva : Pues verás, como sabes Dani se tenía que ir y yo voy a tener que irme a Segovia a gravar dentro de tres días, pero antes de que te tuviéramos que dejar sola de verdad quise hacer la prueba de que no volverías a hacerte daño, por eso he hecho como que me había ido, aunque como soy un poco torpe me has pillado-. Me explica su hazaña.

Yo : Tu no sabes el susto que me has dado,-le agarro de los hombros y le zarandeo un poco a lo que él sonríe-. No a ver, pero ya enserio, me duele que no confíes en mí-. Digo sentándome a su lado en la cama.

Salva : No es que no confíe en ti, es que me da demasiado miedo perderte-. Es realmente precioso eso que acaba de decirme. Me mira como esperando algo, creo que se lo que quiere, y sin dudarlo ni un instante se lo doy.

Es la primera vez que beso sus labios, pero algo me dice que no será la última. Salva besa bien. Pero mi móvil tiene que interrumpir este momento mágico, me están llamando, en concreto Blas, puedo ver su nombre junto al corazón en la pantalla, pero inexplicablemente me resbala. Por un momento Salva separa nuestros labios, pero yo los vuelvo a unir y a los segundos Salva los separa de nuevo y me mira fijamente. Sé perfectamente lo que quiere decir con esa mirada.

Yo : No te puedo prometer paseos llenos de besos, ni cenas románticas, ni noches de amor, pero te puedo jurar que tú tienes un pedazo de mi corazón.

This is love (Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora