Capítulo 36: ¡Feliz cumpleaños!

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{Lucía} 00:01 a.m.

Mi teléfono suena haciendo que salga de mi corta ensoñación en el incómodo sofá de casa.

Yo : ¿Si?- Pregunto somnolienta contestando la llamada.

Sergio : ¡Felicidades mi vida!- Exclama mi padre al otro lado de la línea.

Yo : Gracias papá. Te echo de menos. - Sonrio como una boba al ver que mi padre se ha acordado de mi cumpleaños.

Sergio : Y yo mi vida. A ver si estás navidades venís...

Yo : Papi, podrías venir tú, y así ves mi casa nueva y conoces a Álvaro y a mis suegros.- Le invito.

Sergio : No sé hija... No quiero molestar.

Yo : Papá, no molestas. Además, si no te quieres quedar en mi casa porque estés incómodo con Álv o algo te puedes quedar en casa de Patricia, que su compañero de piso se irá a Murcia.

Sergio : Bueno cariño, ya veremos. Te quiero. Que te lo pases muy bien y que cumplas muchos años más.

Yo : Adiós, papi. Yo también te quiero.

Cuelgo el teléfono, apago la tele y me voy a la habitación. Según entro y dejo el móvil en la mesilla me suena un WhatsApp. Es de mi hermana, y segundos después otro de Judith. Parece que todos han estado pendientes de felicitarme. Un par de minutos después mi teléfono vuelve a sonar, Álv:

Álvaro y Dani : Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos todos, cumpleaños feliz.- Cantan al otro lado de la línea.

Yo : Muchísimas gracias, mis gordis, ¿qué tal estáis?

Dani : Muy cansados.- Protesta mi rubio.

Yo : Si es que eres un vaguete. ¿Y tú mi amor?

Álvaro : Peor que el rubio, que este se queja mucho pero no hace nada.

Dani : ¿Perdona?-Le pregunta a Álv- Pero que mentiroso, si sabes que esta mañana he salido a correr.

Álvaro : Oh, claro. Pobre Dani... ¡Qué ha salido a correr! - Siguen con su "discusión" de pareja.

Tras un largo rato de conversación decido colgar ya que tengo sueño.

Ding-dong. El timbre me despierta asustada. No espero a nadie y me extraña que un sábado a las nueve de la mañana cualquiera de mis amigas esté despierta. Me levanto perezosamente de la cama y abro la puerta sin preocuparme de estar en pijama, pero cuando abro la puerta me encuentro con la persona que menos esperaba que se acordara de mi vigésimo sexto cumpleaños:

Aarón : ¡Feliz cumpleaños! - Me felicita nada más abrir la puerta mientras sostiene en una mano un cupcake recubierto de fondant azul y con dos velas encendidas formando el número veintiséis.

Yo : ¡Hola! Muchas gracias, guapo.- Le doy un abrazo y le invito a pasar.

Aarón : Te he traído un regalo-. Saca un paquete pequeño.- Toma, espero que te guste.

Yo : Muchísimas gracias, Aarón-. Digo al romper el papel y encontrarme con mi deseado GTA V-. Pero no tenías porqué, el otro día lo estuve mirando y costaba carísimo.

Aarón : No te preocupes. Además, le pregunté a mi hermana y me dijo que llevabas tiempo queriéndolo.

Yo : Sí, la verdad es que tenía ganas de tenerlo.

La conversación se va alargando y al final, decido invitarle a comer ya que, Álvaro no está y las chicas se pasarán un rato esta noche.

Hasta hoy no me había dado cuenta de lo adorable que es este niño. Y es que a pesar de tener sólo quince años es muy maduro. Todo lo contrario de como era su hermano.

Terminamos de comer y nos ponemos a ver una película. Y así pasamos la tarde, viendo películas y hablando hasta bien entrada la noche.

Sobre las diez de la noche Aarón decide marcharse corroborando que sus tíos lo estarán esperando para cenar. Lo acompaño hasta la puerta mientras mantenemos una animada charla. La verdad me da pena que se vaya.

Aarón : Bueno yo me voy ya que sino mi tía me mata-. Me acerco a él para darle dos besos, pero el gira la cara y acabamos dándonos el mayor morreo que me han dado desde hace mucho tiempo. Pero se ve interrumpido por Ainoa y mi hermana con las que había quedado para cenar.

Ainoa : Tira para casa ahora mismo. ¡Qué tiene novio y te saca once años!- Le coge del cuello de la camiseta y le arrastra hasta las escaleras donde le da una colleja y él desaparece en un abrir y cerrar de ojos.

Patri : Tía, ya te vale que tiene quince años...

Yo : Hola Lucía, felicidades. Por cierto, ¿qué tal estás?

Ainoa : Deja de hacer el subnormal, payasa-. Me da un abrazo-. ¡Felicidades!

Yo : Gracias.

Ainoa : Mira tía yo no soy quien para meterme en tu vida, pero, sinceramente no cambiaría a Álv por mi hermano-. Dice cuando ya estamos sentadas en el sofá.

Patri : Eso tía, Álv no se merece que le engañes. Yo mataría por un tío como Álvaro.

Yo : A ver calma. Sólo ha sido un morreo tonto-. Me defiendo.

Ainoa : Mira, a Aarón tu le llevas molando desde primaria, y si se ha lanzado ahora es porque ayer se enteró de que tiene leucemia y no quiere perder el tiempo-. Me explica Ainoa provocando que tanto mi hermana como yo nos llevemos las manos a la boca al enterarnos de la triste noticia.

Patri : Pero la leucemia ahora se cura, ¿no?- Pregunta mi hermana preocupada.

Ainoa : A ver, la leucemia es como cualquier otro cáncer, se trata con quimioterapia pero no es del todo seguro. Además, Aarón no está seguro de querer tratarse.

Yo : ¿Es por lo de vuestro padre verdad?- Pregunto al creer comprender la razón de que Aarón no quiera tratarse el cáncer.

Ainoa : No se lo he preguntado, pero es lo más probable, sé que Aarón no soportaría estar como estuvo mi padre los últimos días.

Cuando llegan Judith y Andrea, pedimos la cena, y tras una cena de risas en las que Judith y Ainoa rompen todos los malos rollos que pudiera haber entre ellas, nos ponemos a ver unas cuantas películas. Y justo antes de irse me entregan los regalos. Un par de camisas a cuadros, tres camisetas de tirantes, un vestido ceñido y una preciosa pulsera de plata.

This is love (Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora