Capitulo 30

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*Paulina.


- Mañana es tu cumpleaño Pau! – me abraza Yarisel, siempre viene al convento a verme.

- ¡uh! Que emoción – sentido de sarcasmo.

- Tonta, cumples veinte jovencita, eres una viejona ya – me empuja.

- ¿Viejona? Ve quien lo dice – me saca la lengua  Yarisel.

Nos sentamos, la costumbre de lectura no se ha perdido, pero ahora yo formo parte de quien cuenta esto. Es por eso que ahora leo mucho mas biografía de santos para leerle a los demás.

- Hoy les hablare de una santo que a muchos les encanta, no solo por lo que hizo sino porque para ustedes es una fecha especial – le guiño un ojo a mi amiga.

Resulto que el chico de quien ella estaba enamorada se casó con la mujer perfecta, son muy felices, ya tuvieron un hijo y de padres perfectos, nació un bebe precioso. Pero lo mejor de todo que Tom empezó a charlar mas con Yarisel que se enamoró profundamente Yarisel, justamente mañana estan cumpliendo seis meses de noviazgo, son una bella pareja, los unió la plática del libro Marianela.

- San Valentín es la historia de hoy – todas empiezan a susurrar, se emociona con este santo.

Saber que yo tuve mi etapa con que me emocionaba por esto, pero ahora no, es un santo a quien admiro, nada más.

Las dos horas transcurren rápidamente, es un tema muy discutido, Yarisel se va a su trabajo.

- ¿Por qué te veo triste? – me pregunta mi compañera de habitación. Ella ha sido otra buena amiga, con la diferencia que a ella le exigieron ingresar, ella estaba dispuesta a formar una familia, pero sus padres no quisieron.

- No es nada... - miento.

Un día como mañana, un ser me dio un regalo especial, no sé en que pensé para dejárselo a mi mejor amiga Camila, me gustaría tenerlo en mis manos en este momento.

- Aun lo ama, eso es – sale susurrando lo que logre escuchar.

Ella tiene razón, ¿Por qué jodido no lo olvido? ¿Acaso me tengo que embriagar para olvidarlo por un momento? No... eso funciona solo en hombres – y eso que aún sigo con la duda si es verdad.

Antony Alves, no se que hacer, ya pasaron dos años, mejor dicho tres años, hace tres años entraste a mi corazón y no he podido sacarte, ¿Por qué tuviste que ser tan especial? Trato de cambia mi vida, pero si sigues en mi mente nunca lo hare, Dios mío ayúdame... no me hagas esto, sigo sufriendo y mientras siga sufriendo dolerá como el primer día. El día que te fuiste me dolió demasiado, pero te di un recuerdo, el último beso. ¿Ya lo habrás olvidado?

Yo le di una muerte peor...

El último sueño que tuve con él es que estaba casándose con una mujer que no podía ver, era todo borroso. Cuando lo vi y escuche diciendo el acepto, todo en mí se quebró, todo... y no exagero. Tanto fue que escuche cuando se te cae una docena de platos de vidrios, mi corazón se había quebrado en millones de pedazo.

Llegan las diez de la noche, hago mis oraciones y entro a la cama, estoy muy cansada y tengo que levantarme temprano. Mañana cumpliré veinte años, veinte dolorosos años.

Mi recuerdo es mucho más fuerte que tu olvido...

Tú no pasas por mi mente, tú la habitas y no sales de mí.

Sumisión del Pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora