Mi profesor de francés.

I

– Mamá, necesito un profesor de francés.
El haber entrado en un nuevo colegio no sólo había supuesto un gran cambio sino que debía enfrentarme a un nuevo idioma. Era mi último año de instituto antes de la universidad y necesitaba sacar nota para poder entrar en la carrera que quería, la cual aún no sabía cuál era. Mis compañeros llevan dando francés cinco años y yo... Bueno, es mi primer año.
– Está bien hija. Buscaré. ¿Quieres que venga a casa o una academia?
– A casa, así no pierdo tiempo en ir y venir. Preferiblemente a última hora de la tarde, sobre las ocho.
Y subí a mi habitación. La verdad es que nunca me había llamado la atención ese idioma, de hecho me parecía una tontería que lo calificaran como el "más romántico". Siempre me había llamado la atención el italiano, pero el francés no.
Me puse a leer, puesto que no tenía tareas ya que acabábamos de empezar el curso y de momento era todo bastante relajado.
A las horas mi madre me llama para cenar.
– He llamado a varios sitios. De momento tienes la primera clase con un señor de unos 50 años el miércoles.
En ese momento suena el teléfono de mi madre.
– Es otro número al que he llamado, espera – me dice susurrando, como si el hombre que estuviese al otro lado del teléfono se fuese a enterar.
Mientras ella se va al salón yo voy cenando. No tengo mucha hambre.
– Cambio de planes, este joven vendrá mañana a conocernos y a enterarse del temario. Su voz me ha transmitido mejores sensaciones que el otro, así que le llamaré para decirle que cancelamos la clase.
– Mmm vale. ¿Cuántos años tiene? Has dicho joven.
– Sí, tiene 26, está en la universidad haciendo un master. A parte sabe inglés, que te puede ayudar si lo necesitas, francés, árabe y portugués.
– Impresionante – la verdad es que no me sorprende nada. Probablemente sea un friki de los idiomas y a saber de cuantas cosas más.
Terminamos de cenar y subo a mi habitación. Es tarde, así que preparo las cosas para el día siguiente y me pongo el pijama. Apago la luz y no tardo mucho en quedarme dormida.