Llegué a casa y me puse a llorar. ¿Por qué siempre me pasaba lo mismo?
Si te gusto deja a tu novia y demuéstrame que no soy un pasatiempo. Aunque igual he sido eso.
¿Cómo vamos a estar el lunes en clase? Yo voy a intentar actuar lo más normal posible, pero será complicado.
Llamé a mis amigas para decirles que estaba bien. No les conté nada porque sé que me iban a decir. Que si soy tonta, que por qué no evité la situación y un largo etcétera.
No tenía ganas de comer, así que me puse a ver la tele.
La pantalla del móvil se iluminó.
*David: Lo siento Sofía. No se como podre compensarte todo esto. Quieres salir a tomar algo?
*Yo: No puedo, he quedado con unos amigos. T veo el lunes
Y dejé el móvil. Evidentemente mi plan era comer helado y ver alguna película, pero eso no tenía que saberlo él.
Pasaron las horas y no paraba de pensar en todo lo ocurrido. De la forma en que me había devorado con la mirada, cómo me había besado y después como me había mandado a la mierda. Y menos mal que le conozco de hace una semana. Llego a conocerle de más tiempo y no sé que habría pasado.
*Ly: Chicasssss, os apetece salir otra vez???? Quiero mas fiesta!!
*Ana: Siiiiiii, vamos a la disco de ayer!!!
*Nina: Me apunto!!!
*Yo: Yo paso chicas, os veo el lunes
*Ly: Una mierda!!!! Tu te vienes. A las 10 donde ayer
*Yo: Esta bien, pero no me ire muy tarde
Apagué la televisión y me fui a duchar.
Esta vez me puse un vestido negro, me ondulé el pelo y me maquillé como siempre. Colonia de fiesta y me fui al autobús.
A las 10 ya estaban allí mis amigas. Nos fuimos a la discoteca del día anterior y recé por no encontrarme con David.
Comenzamos a beber, esta vez sin más control que ayer. Estaba enfadada y pagaba mi frustración bebiendo y bebiendo.
Un chico bastante guapo se me acercó y me sacó a bailar. Empezamos a liarnos. Sinceramente, no era consciente de lo que estaba haciendo.
De pronto el chico se separa, alguien le ha empujado. David.
– ¿Qué coño haces Sofía? ¿Otra vez tengo que venir a controlarte?
– ¿Controlarme? No eres mi padre ni nadie para mi, déjame que haga lo que quiera.
– ¡Eh! ¿Tienes algún problema? – el chico guapo se aproxima a David como un toro enfurecido.
– Sí, qué no sé que coño haces liándote con mi novia. Lárgate.
El chico guapo se da la vuelta y se va. ¿Su novia? Creo que me estoy empezando a marear bastante.
– Sofía, ¿estás bien? Vamos para afuera. Aguanta despierta.
Voy andando que parezco un pato mareado. ¿Por qué he tenido que beber tanto?

ESTÁS LEYENDO
Mi profesor de francés.
RomansaSofía necesitaba ayuda en francés pero no pudo imaginar que su profesor iba a ser un universitario atractivo que cambiaría totalmente su vida.