XXVI

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Esa noche decidimos que cada uno se iría a casa. Los dos teníamos que pensar las cosas tranquilamente y el alcohol muchas veces hace que las cosas sean diferentes.
Cuando llegue a casa eran las ocho de la mañana.
Me lavé los dientes y me di una ducha rápida, y mientras puse el móvil a cargar.
Cuando me iba a meter en la cama miré el WhatsApp, y vi que tenía un mensaje de Alejandro.
*Lo siento mucho, sabes que no soy como me he portado. Llámame mañana y lo solucionamos.
Solté el móvil en la mesita de noche y cerré los ojos. No tardé ni dos minutos en quedarme dormida.

Cuando me desperté eran las cuatro de la tarde. Tenía diez llamadas perdidas de Alejandro, mil mensajes de mis amigas y ninguno de mi madre, para variar.
No respondí a nadie. Fui a la cocina y me preparé algo de comer. Me puse una serie y comí tranquilamente sin hacerle caso al móvil. No tenía ganas de saber de nadie.
Después me di una ducha y recogí mi habitación, que la tenía demasiado desordenada. Estudié un poco y cuando eran las ocho de la tarde volví a mirar el móvil.
No tenía ningún mensaje de David, lo que me tranquilizaba bastante. Alejandro había seguido llamándome y mis amigas se preguntaban si seguía viva. Les respondí que todo estaba bien y que no sabía dónde había dejado el móvil al llegar a casa y que acababa de encontrarlo.
Y decidí que era hora de llamar a Alejandro, ¿para qué seguir alargando algo que no quería?
Me contestó al segundo tono.
-Joder Sofi, ¿dónde coño estabas? Llevo llamándote todo el día.
-Ya... es que no sabía donde había dejado el teléfono anoche. Oye Alejandro...
-No escúchame. Lo siento, ¿vale? Siento mucho lo que pasó anoche, tú sabes que no soy así.
-No Alejandro, no lo sé porque es la primera vez que te veo borracho y de fiesta y te comportas como un cerdo. Yo no quiero seguir contigo.
-Pero Sofi...
-De verdad Alejandro, eres muy buen chico y todo eso pero no me gustó nada lo de anoche. Lo siento. Espero que todo te vaya bien.
Y colgué. Igual había sido demasiado borde pero me daba igual.
Ahora bien... ¿debía llamar a David?
Decidí que mejor salía a dar un paseo con Thor. 

Durante el camino dudé si pasar por la puerta de su casa o mejor no. Aún tenía muchas cosas que hablar con él, porque vale, yo lo he dejado con Alejandro pero... ¿y él con su novia? Porque si no la ha dejado ya yo paso de él. No voy a estar jugando a esto toda la vida. Si quiere estar conmigo es hora de que empiece a demostrarlo de verdad, no solo con palabras. 

Mi profesor de francés.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora