XVI

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Un teléfono suena y me desvelo.
Joder, ¿otra vez aquí?
Me incorporo y veo a David buscando a tientas el móvil.
Sigo mareada.
– ¿Sí? ¡Ah! Migue tío que pasa. ¿Qué vas a venir ahora? Ah... Qué estás en la puerta. Espera, ahora bajo.
Y cuelga.
– Sofi, no hagas ruido. Quédate aquí, puedes seguir durmiendo.
– ¿Quién es?
– Mi mejor amigo. No puede verte, ¿vale?
Asiento.
– Por cierto, estás preciosa. Sigue durmiendo.
Y cerró la puerta.
Cogí el móvil para avisar a mis amigas de que estaba bien.

*Ly: Sofff desapareciste!
*Yo: Es muy largo de contar chicas...
*Ana: Te fuiste con un tio a casa?
*Yo: Puede...
*Nina: JODER! Cuentalo todo!
*Yo: Estooo... Es mi profesor de frances
*Ly: COOOOMOOO?
*Yo: Es largo de contar. Despues os digo. Estoy en su habitacion escondida
*Ana: Sof, nos debes muchas explicaciones
*Yo: Las tendreis. Cdo llegue a casa os cuento. Os quierooo :*

Dejo el móvil e intento escuchar de que hablan.
Escucho pasos. Vienen hacia arriba. Mierda, ¿qué hago? Ah sí, voy a fingir que duermo.
Cierro los ojos y le doy la espalda a la puerta.
Abren la puerta.
– Wow David, quién lo diría. ¿Se lo vas a decir a Key?
– ¿Qué? No. Sólo la rescaté de un coma etílico asegurado.
– ¿Estás seguro?
– Ajá.
Me di la vuelta y les miré.
– Buenos días Sofi, siento esta intromisión.
– ¿Quién es?
– Soy Miguel, muñeca.
– ¿Muñeca? Aparta, que podrías ser mi padre.
– ¿Qué dice David?
– A ver, la chica es mi alumna. Tiene... 17 años, ¿no Sofía?
Asiento.
– Joooooder David. Encima te buscas a una niña pequeña.
– ¿Niña pequeña? Ya te gustaría tener en tu cama a una tía que fuese la mitad que yo.
Me levanté y me fui al baño. ¿Pero qué se creía? Me puse al lado de la puerta para escuchar la conversación.
– Joder David, está muy buena. ¿No te la has tirado?
– No. Miguel es mi alumna, es menor y tengo novia.
– ¿Y puedo tirármela yo?
– ¿Qué? No. Rotundamente no. Vete de mi casa. Tengo cosas que hacer. Y ni una palabra a nadie de esto, o te prometo que voy a tu casa y le cuento a tu novia la cantidad de veces que le has sido infiel.
– Relájate hombre, ya me voy. ¿Nos tomamos unas cervezas a la noche?
– Vale, ya lo hablamos.
Bajan las escaleras y la puerta se cierra. Yo salgo del baño y me tumbo en la cama. Estoy agotada.
– Lo siento Sofi, no sabe quedarse callado.
– Es igual. ¿Cuándo vuelve Key?
– En tres días, creo.
– Qué pena. Ya no vas a poder rescatarme más.
Se tumbó a mi lado.
– ¿Y si la dejo por ti?
– ¿Qué? No. Lleváis cuatro años. Te puedes cansar de mi. Soy una "niña pequeña". Además, ¿quién ha dicho que yo quiera nada contigo?
– Bueno, anoche cuando me besaste parecía que querías algo conmigo.
– David, tú mismo lo has dicho, todo esto está mal. Creo que deberías de dejar de rescatarme cada vez que me paso un poco con el alcohol. Me voy a casa, tengo que estudiar.
Me visto y me voy. Tengo que quedar urgentemente con mis amigas y ver qué hago con todo esto.

Mi profesor de francés.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora