Son las siete de la tarde. En quince minutos llegará el que probablemente sea mi profesor de francés. No sé por qué me molesto en ponerme guapa, pero me doy un toque de rímel y algo de colonia. Me miro al espejo y me guiño. Ilusa.
Oigo como mi madre abre la puerta. Bajo con cuidado de no tropezarme, soy muy patosa.
Cuando llego a la entrada veo a mi madre hablando con el que, después de verle, será mi profesor.
Es atractivo, viste bien, y tiene algo que ha llamado mi atención.
– Y esta es Sofía.
– Encantado – dice dándome dos besos. Creo que me he sonrojado. – Soy David.
– Hola. – Sonrío. ¿Se puede ser más sosa?
– Bueno, pasemos al salón, no vamos a quedarnos en la puerta.
Pasa mi madre, después David y por último yo. Vaya culo tiene el universitario.
Tras mucho hablar sobre el nivel de francés que siguen mis compañeros y sobre su vida es el momento de despedirnos.
– Sofía, te dejo mi WhatsApp para que mañana cuando llegue te avise y salgas a abrirme, ¿te parece bien?
– Sí, claro. Mañana nos vemos.
– Encantada de conocerla. Y a ti mañana te veo.
Y se fue. Su olor se ha quedado impregnado en el salón y yo me he quedado completamente fascinada por él. Voy a mirar que foto tiene de perfil, tengo que mandárselo a mis amigas.
¿Qué? Tiene lo que parece una imagen abstracta que para nada es él. Vaya mierda. Bueno, pues lo contaré. Ya conseguiré fotos de él.

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Mi profesor de francés.
Storie d'amoreSofía necesitaba ayuda en francés pero no pudo imaginar que su profesor iba a ser un universitario atractivo que cambiaría totalmente su vida.