El lunes llegó y como todas las semanas me desperté a mi hora, me duché y sin tiempo para desayunar salí corriendo hacia el colegio. Ya solo quedaban dos semanas para empezar los exámenes finales y por tanto, un mes para selectividad. A partir de ahora no saldría los fines de semana y solo me dedicaría a estudiar para intentar sacar la mejor nota posible.
En clase todo fue normal, la última hora faltó la profesora y nos dieron permiso para marcharnos a casa. Mis amigas querían ir a tomar una cerveza pero mi parte responsable se negó rotundamente y cogí el autobús. Tenía la esperanza de encontrarme al profe pero... no estaba.
Llegué a casa y sorprendentemente mi madre estaba con Miguel. La verdad es que si el saber que mi madre está conociendo a alguien implica que pase más tiempo en casa, acepto. Siempre me he llevado muy bien con ella, pero desde el divorcio no ha vuelto a ser la misma, y lo cierto es que Miguel ha conseguido sacarle esa sonrisa que solo ella tiene.
- ¡Ya estoy en casa!
- ¡Qué temprano llegas! ¿Quieres comer ya?
- No, aún es temprano, cuando vayáis a comer vosotros me avisáis. Mientras voy a estudiar.
Subí a mi cuarto y dejé las cosas. Recordé que David me había mandado ejercicios de francés, así que fue lo primero que me puse a hacer.
Terminé justo antes de que la comida estuviese lista, así que cerré mi cuaderno y bajé corriendo a ver que tenía para comer hoy.
Mi madre había preparado lasaña y ensalada, y yo más feliz que nadie por poder compartir de nuevo estos ratos con ella.
Estuvimos hablando de la universidad y sobre mis notas. Se alegró mucho de que mi media hubiese mejorado con respecto al año anterior y me motivó para que siguiera así.
Cuando terminamos de comer ayudé a recoger la mesa y me puse nuevamente a estudiar. Cuando quedaba poco para que David llegara decidí cambiarme de ropa y ponerme más guapa, me puse un poco de rímel y colorete y me hice un moño despeinado. Otra vez estaba nerviosa por su llegada, ¿algún día me dejaría de pasar?
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Mi profesor de francés.
RomanceSofía necesitaba ayuda en francés pero no pudo imaginar que su profesor iba a ser un universitario atractivo que cambiaría totalmente su vida.