Mi profesor de francés.

VII

– ¡Muchas gracias por acercarme a casa! Nos vemos mañana a las 8.
– De nada Sofía, hasta mañana. Y repásate lo que vimos ayer.
Cerré la puerta del coche y entré en casa. Como de costumbre no había nadie.
Mis padres estaban separados y los dos trabajaban muchísimo, y mi hermana se pasaba el día con su novio, por lo que me pasaba el día sola, bueno, con mi perro.
Dejé las llaves encima de la mesa y me prepare algo de comer. En estos casos siempre suelo prepararme o una ensalada o macarrones gratinados. Hoy me decanto por lo segundo.
En mi cabeza no paran de pasar pensamientos acerca de David.
Tiene novia desde hace cuatro años... A ver, que no se iba a fijar en mi, pero si antes tenía pocas posibilidades, ahora menos.
Coincidimos en muchas cosas. Amamos la lectura, la música y los idiomas, y por consiguiente, viajar.
Yo nunca había salido de España, y me moría por conocer mundo.
Aún no os he dicho como es él.
Tiene el pelo negro, muy negro. Y los ojos claros, aunque como ya conté, no me he atrevido a mirarle directamente. Los dientes los tiene perfectamente alineados y blancos.
Su corte de pelo es de estos que se llevan ahora, con el tupé para arriba. ¿Altura? 1.80 más o menos, y aunque no está mazadísimo se le notan los músculos de los brazos. Viste bien, casual diría yo. Y huele genial.
Yo... Yo soy rubia oscura, tirando a castaño. Mis ojos son color miel. Soy delgadita, supongo que porque hago ejercicio y no como demasiado. No por nada, sino porque me lleno muy rápido. Mido 1.60. Y vestir... La verdad que podría arreglarme mucho más, pero tampoco es que tenga muchas ganas y con mis converse y mis vaqueros voy demasiado cómoda.

Termino de comer y recojo las cosas. Voy a hacer las tareas y después iré al gimnasio, aunque tengo pocas ganas.
Tengo que hacer filosofía, lengua y matemáticas. Aburrimiento asegurado.
Intento terminar lo más rápido posible, me pongo ropa para ir al gimnasio y me pongo los auriculares. Cojo las llaves y me voy.
Paso por delante de la casa de David y veo a la famosa novia suya. Es guapa. Tiene el pelo rubio y es más alta que yo. Parece una modelo. Se está besando con mi profesor. Es normal, son novios.
En ese momento David abre los ojos directos hacia mi y me tiro al suelo. No quiero que me vea, se va a pensar que soy una acosadora.
Voy avanzando agachada por detrás de los coches y me meto en la primera calle que veo.
Me asomo y veo que David viene directo hacia donde estoy.
Salgo corriendo, no creo que me vea.
Cuando no puedo más miro para atrás y veo que no me sigue. Lo he perdido de vista.
Retomo mi camino al gimnasio riéndome de lo que acaba de pasar. Definitivamente no voy a poder mirarle mañana en clase.