He's Anthony Stark

3.4K 404 13
                                    

Steve Rogers.

En cuanto quise darme cuenta, ya era lunes y tuve que madrugar para ir a clase.

No fue demasiado agradable, pero era lo que había.

Aquella misma tarde tenía pensado ir a mi aún-actual-trabajo para decirles que ya no iría más, que me habían ofrecido más dinero en otro lugar.

No estaba muy seguro de aquella decisión pero ya había aceptado y yo era un hombre de palabra.

—Hey, Steve —La voz de mi mejor, y único amigo se escuchó a mis espaldas. Me giré para mirarlo, cuando él continuó con lo que iba a decirme—. ¿Hoy comes en tu casa? Te lo digo por si te apetecía que fuéramos por ahí a almorzar.

—Me parece una buena idea, Bucky —Le sonreí y le di un suave golpe en el hombro—. ¿Adónde quieres que vayamos?

—La verdad es que me da igual, mientras sea un sitio barato. Ya sabes que no ando muy bien de pasta.

Yo asentí y ambos nos movimos de allí, en cualquier dirección.

—Tío... —Alcé la vista hacia él, quién me miraba serio— ¿Te ha pasado algo estos días atrás?

Yo arrugué el entrecejo. No entendía a qué venía esa pregunta.

—¿A qué te refieres?

—No sé... Te he notado... diferente. ¿Es algo relacionado con Peggy?

Negué con un gesto de cabeza.

—Ya sabes que para Peggy siempre he sido invisible. Y lo sigo siendo.

—¿Entonces?

—Es... otra cosa.

—¿Qué otra cosa? —me preguntó. Yo me quedé en silencio, sin saber qué responderle— ¡Oh, vamos! Soy tu amigo. Puedes contarme lo que sea.

Y en realidad sabía que era así. Pero no me gustaba demasiado hablar sobre mi vida.

—Tengo un nuevo trabajo. —articularon mis labios, sin pensar antes las palabras.

—¿En serio? ¿De qué?

Volví a quedarme sin palabras en la garganta. ¿Modelo?

Esa era la palabra, pero ¿por qué me resultaba tan vergonzoso?

—Quieren... tomarme fotos para una revista...

—¡¿De modelo?!

—Ssshh —Intenté callarlo. Abrí los ojos, tanto como pude y observé a mi alrededor. Nadie nos había escuchado, menos mal—. No alces la voz.

—¿Por qué? ¡Es una gran noticia! —Alcé una ceja a modo de advertencia para que se tranquilizara, cosa que hizo de inmediato— No pareces muy contento.

—Todo empezó muy raro... Además ya sabes que no me gusta que me tomen fotografías, yo no valgo para eso.

—Pues si alguien te ha elegido a ti para ello... —Lo miré sin añadir nada— Por cierto, ¿quién te ha echado el ojo?

—Anthony Stark...

—¡¿CÓMOOOOO?! —Su grito se escuchó en todo el barrio. Yo me tapé los oídos de lo escandaloso que fue.

—¿Quieres dejar de hacer eso? Creo que he dejado de oír mi voz... Bueno, me escucho con menos intensidad.

—No seas exagerado —golpeó mi hombro y se acercó a mí, pasándome un brazo por detrás de la nuca—. ¿Stark? —Si seguía con la boca tan abierta, iba a rozar el suelo— ¿En serio? —Eso último lo pronunció vocalizando bien y con lentitud. Reflejando sorpresa.

—Sí, en serio... A decir verdad, yo no sabía quién era en un primer momento. Nunca me había interesado en saber su rostro.

Él rió a carcajadas.

—Eso es muy tuyo —dijo—. Aunque sigue siendo increíble hasta en ti. ¿Cómo alguien no puede conocer a semejante celebridad? Los bebés nacen sabiéndolo.

—Y yo soy el que exagera... —murmuré.

—Tío, es la verdad. Todo el mundo lo conoce.

—Bueno, yo también ahora.

Bucky me sonrió. Sabía que se sentía orgulloso de mí.

—Me alegro muchísimo.

—Sé que lo haces. Eres un gran amigo —El silencio se hizo y nos paramos frente a un burger. Era de lo más corriente, pero la verdad es que me apetecía un poco de comida rápida. Puedo dejar de comer sano por un día—. Pero...

—Extrañarás al señor Edwards —Asentí en silencio—. Puedes ir a verlo siempre que quieras. Además él se alegrará muchísimo por ti. Sabes que le caes genial a ese granuja.

—De eso estoy seguro.

Bucky también había estado un tiempo trabajando conmigo. Y tanto a él como a mí nos caía genial Edwards. Era un gran hombre. Una persona que siempre se mantenía positivo y con ganas de vivir. Era increíble la vitalidad que tenía, y mi mejor amigo y yo lo admirábamos. Creo que secretamente lo veíamos como un héroe, o al menos así era a mis ojos.

—Bueno, ¿entramos? —dijo él. Yo lo miré en silencio, y no hicieron falta palabras para entender aquello.

Ambos nos adentramos en el lugar y nos pusimos en la cola para pedir nuestro menú. Sólo habían tres personas, cuatro sí contábamos a la niña de coletas rubias que agarraba la mano del primer hombre de la fila.

No habría que esperar demasiado, y por primera vez en la vida, deseaba que el local estuviera repleto de gente.

No quería despedirme de Edwards...

--------------

He tardado más de lo normal en subir capitulo, lo sé.
Todo se debe a que en unos días viajo a otra ciudad de mi país para ir a un concierto. (La ciudad es Madrid y el grupo al que voy a ver es a Simple Plan, no sé si sabréis quienes son)

Así que hasta el jueves, que es cuando vuelvo de Madrid estaré bastante ocupada, pero espero que seáis paciente hasta mi vuelta. ^^

Os adoro. <3

My model [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora