Spy eyes

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Steve Rogers.

Me sentía raro desnudándome delante de Anthony, pero él me había dicho muy seriamente que tenía que ser profesional. Que no iba a saltarme con ninguna broma de las suyas. Así que decidí creerlo.

Cumplió con su palabra, y al poco tiempo ya estaba preparado para empezar con las fotos.

La primera que me tomó, fue una en la que me hizo meter las manos en los bolsillos del pantalón y mirar al objetivo con una sonrisa encantadora. Así lo había llamado él.

La segunda fue una más provocativa.

Con la mano derecha, desataba un poco mi corbata, mientras que la otra tiraba de mi camisa, como queriendo levantarla para enseñar mi cuerpo. Esta vez tenía que mirar a la cámara queriendo seducirla.

La verdad, es que me daba bastante vergüenza aquello, pero gracias a que él no se rió en ningún momento, me ayudó a calmarme y posar con naturalidad.

Estuvo haciéndome varias fotos, de las cuales, algunas, teníamos que repetir.

En la última me hizo quitarme la chaqueta y colgármela, sujetándola con la derecha, a la espalda. Era una foto muy típica en los modelos de traje de chaqueta.

Después de eso, se alejó de la cámara y me sonrió.

—Pues ya está —Dio por finalizado—. ¿Quieres verlas?

Yo asentí y me llamó con la mano para que fuera hasta el aparato.

Las pasó de una en una, esperando unos segundos en cada fotografía para que pudiera verlas bien.

—Oye, Tony, ¿en qué revista se publicarán? Bucky quiere saberlo para comprar un ejemplar.

Por un momento me pareció verlo fruncir el ceño. Tal vez me lo imaginase. No tendría ningún sentido.

—Pues... aún no lo sé. Depende de qué revista quiera las fotografías. Te diré en cuanto lo sepa, ¿vale? O si lo prefieres te daré yo el ejemplar.

—Como quieras —le dije—. ¿Te apetece tomar un café? Esta vez te invito yo.

—Acepto tu propuesta. —Asintió con una sonrisa.

Solté la prenda que sostenía en mi derecha sobre una silla que había por allí, para desabrocharme la corbata y quitarme la camisa.

Las manos de Stark me detuvieron.

—¿Estás seguro de que quieres hacer esto? —Fueron sus palabras. Yo me limité a mirarlo pensativo, hasta que entendí a qué se refería.

Golpeé sus brazos con la fuerza suficiente, para alejarlo de mí.

—No eres nada gracioso. —le dije.

Él se rió como si lo fuese.

—Es broma —Sonrió—. Pero no te quites el traje. Te queda estupendo.

Asentí y volví a tomar la chaqueta para ponérmela.

—Vámonos entonces.

[...]

Nos habíamos bajado frente a la cafetería en la que íbamos a entrar.

Podía notar las miradas de varias chicas sobre mí, nada más salir del vehículo, lo que no pareció agradarle a Tony, como siempre.

My model [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora