3 | Hospital.

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El Arte De Amar.

Capítulo tres: Hospital.

-¡Hora de cenar!-.Gritó mi madre desde la cocina.

-¡Voy enseguida!-.Grité devuelta. En mi casa se grita más de lo que se habla, por Dios, a veces pensaba en mis pobres vecinos, escuchando siempre todo, y tal vez, sólo tal vez, pensando en, ¿por qué?

Terminé los pocos deberes que tenía, habia sido agotador, no del todo como otra veces, pero después de la cena sólo pensaba en ir a dormir profundamente.
Fui hasta el comedor y me senté al lado de kyle.

-¿Cocinó mamá?-.Pregunté. Él solo se limitó a soltar una leve carcajada, mientras mi madre traía consigo los platos ya servidos.

-Solo come y no preguntes-.Asentí y llevé la primera cucharada a mi boca. Era una especie de sopa o algo así.

Hice una mueca de asco y lo escupí todo en una servilleta.
Pero que clase de porquería había metido en mi boca, el sabor era lo peor que había probado nunca.

-Mamá, no es por ofenderte, pero esto te ha quedado horrible-.Ella negó con la cabeza.

-Cocinó kyle.

Esas palabras están escritas en algún libro titulado "cosas que nunca debes permitir", por la única razón que cualquier cosa que no hermano preparará podría ser utilizado como método de tortura.

-¡¿Es que acaso quieres envenenarme?!-.Me grité a mi madre-.¡¿Sabes que su comida no es comestible ni para los animales!?

-Baja la voz, kat-.Dijo kyle, su mirada era de satisfacción, quería matarlo.

-Tu cállate-.Miré a mi madre con cara de cachorrito-.¿Puedo comer sándwich o algo que no pueda provocarme la muerte?

-No seas tan dramática-.Dijo como si nada. ¿Es que está mujer estaba loca? Quiero decir, es mi madre, y la adoro, pero ño ella podría comer eso sin antes vomitar.

-¡¿Que no sea tan dramática?! ¡hasta las ratas del barrio huyen cada vez que kyle se acerca a la estufa!

*****

Pasaba de la hora que usualmente despertaba para llegar a una hora adecuada al colegio, de todas formas no me esforse y seguí relajada.

Al poner un pie dentro del Instituto, bufe molesta sin llamar la atención de los pocos que hay se encontraban.

-Llegas tarde-.Dijo una voz a mis espaldas.

-Eso ya lo sé-.e di la vuelta y quedé frente a ella.

-¿Que tal tu cita con la pelirroja esa?-.Preguntó, mirándome directamente a los ojos. Mis manos automáticamente se empuñaron haciendo que el color avitual en mis nudillos re volviera blanquecino.

-Eso no te incumbencia, charlotte-.Apreté los labios y bajé la mirada.

-Tienes razón-.Levanté la cabeza, y ví como se acercaba cada vez más. Mi corazón empezó a latir más rápido de lo normal, esto no era propio de mí. No era algo que alguien pudiera provocar en mi así de la nada.

-Creo que debería de irme a clases-.Susurré.

-Nos vemos luego, Kat-.e susurró en el oído, y se fue. Vi su silueta saliendo de mi rango de visión, mi pulso se comenzó a controlar y mi respiración se controló poco a poco.

*****

- te odio un mundo - le dije con cara de pocos amigos.

- no es cierto, me quieres - sonrió.

giré mi rostro hacia un lado y me quedé mirando las gotas de agua que se estrellaban en la ventana a causa de la lluvia.

- ¿cómo estás tan segura? - la miré, y esta se pasó la lengua por los labios y luego sonrió.

se tumbó a mi lado, en aquella cutre cama de hospital y luego agregó:

- se te nota en la forma en la que me miras - acarició mi mejilla con sus dedos y borró su sonrisa.

- charlotte, estás confundiendo las cosas, yo no pienso en ti de esa forma - mentira.

ella se levantó y enarcó una ceja.

- ¿cómo se supone que debo captar eso? - se cruzó de brazos.

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El Arte De Amar. Libro I & II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora